Durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, anunció este jueves el despliegue de esta corporación en el Metro, luego de que en los últimos días se registraron —dijo— “episodios que están fuera de lo que normalmente no ocurre”.
En hora pico, la estación Bellas Artes estaba a reventar. La gente esperaba en el andén, mientras un joven con bastón para personas ciegas se acercaba a las vías; de inmediato, un guardia se aproximó para guiarlo para que ingresara al vagón.
Durante sus primeros momentos desplegados, los usuarios preguntaban por alguna dirección a los elementos de la Guardia Nacional. Cuando estos sabían, contestaban; si no, iban con el policía bancario que estaba sobre el andén.
Los elementos de la corporación monitoreaban los andenes al mismo tiempo que los uniformados de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), que tradicionalmente ha resguardado las instalaciones del Metro.
Cada elemento estaba por su lado. Los de azul gritaban “¡Avancen, avancen!” y hacían sonar su silbato. Los de color verde y gris solo caminaban por los andenes.
Los 6 mil 060 elementos estarán en estaciones de las 12 líneas, así como en instalaciones estratégicas, según se informó este jueves. Fungirán como apoyo a los más de 5 mil 800 policías bancarios y auxiliares que están asignados al STC en tareas de vigilancia y servicio a la ciudadanía.
De acuerdo con el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, los elementos de la PBI y de la Policía Auxiliar seguirán operando. La Guardia Nacional se sumará a las tareas de resguardo en la red del Metro capitalino.
El secretario rechazó que este despliegue sea militarizar al Metro. “Nosotros siempre estamos a favor de cualquier apoyo adicional, nosotros no lo vemos como una militarización, no vemos a la Guardia Nacional como una militarización”, dijo.
A lo largo de este primer día de despliegue, cuando usuarios salían de los vagones y se topaban con alguno de los elementos de la Guardia Nacional, se le quedaban viendo: algunas miradas eran de aprobación; otras, de descontento.
Las opiniones fueron diversas. Hubo quienes aplaudieron la decisión de desplegarlos en el Metro, pero también quienes cuestionaron la medida.
A Amaya Escamilla le extrañó ver a elementos de la Guardia Nacional en el Metro y cuestionó la militarización en el transporte. “Desde mi experiencia de usuario, no vería la necesidad de la Guardia Nacional, pero evidentemente se están tomando las decisiones por otros motivos”, dijo en entrevista.
“El despliegue de la Guardia Nacional en el Metro me extraña un poco. Siempre ha habido la Policía Bancaria, creo funciona bien, por lo que tener elementos militares es un poco desconcertante”, agregó.
Para Cinthya Bautista, el despliegue de la Guardia Nacional es positivo. “Esperemos que sí cumpla el objetivo que quiere la jefa de gobierno”, dijo.
David, otro usuario, también se declaró de acuerdo con la medida. “Sé que no tiene nada (que ver) con el mantenimiento de vías, pero con su presencia, pueden reforzar la seguridad. Esperemos que cumplan con su deber”, señaló.
Tres horas después de iniciado el despliegue de la Guardia Nacional, una manifestación mostró el rechazo de una parte de la ciudadanía hacia la decisión.
Antes de las 17:00 horas, un grupo de jóvenes se manifestó en la estación Universidad de la Línea 3 del Metro por la muerte de la estudiante Yaretzi en el accidente del sábado 7 de enero entre Potrero y La Raza.
Los inconformes también aprovecharon para expresar su repudio a la Guardia Nacional.
“Nuestro Metro no es cuartel, fuera el Ejército de él” y “Repudio total a la Guardia Nacional”, gritaron durante su protesta, al tiempo que tomaron los torniquetes para que los usuarios pasaran sin pagar.