El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este lunes que es “claro” que Rusia está considerando el uso de armas químicas y biológicas en Ucrania y advirtió de una “severa” respuesta de Occidente si decide hacerlo.
“Su espalda está contra la pared”, dijo Biden sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, recordando que Rusia recientemente acusó a Estados Unidos de almacenar armas químicas y biológicas en Europa. “Simplemente no es cierto, se los garantizo”, aseguró a líderes de negocios estadounidenses en Washington.
“También están sugiriendo que Ucrania tiene armas químicas y biológicas. Esa es una señal clara de que él (Putin) está considerando usar ambos tipos (de armas)”, recalcó.
Su advertencia hace eco de comunicados difundidos por su administración a comienzo de este mes y de otras naciones de Occidente, luego de que funcionarios rusos acusaran a Ucrania de tener intenciones de esconder un supuesto programa de armas químicas respaldado por Estados Unidos. “Ahora que Rusia ha hecho estos falsos reclamos (...) todos deberíamos mirar con atención la posibilidad de que Rusia use armas químicas y biológicas en Ucrania, o crear operaciones de falsa bandera usándolas”, advirtió en Twitter la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
El lunes Biden también reiteró que una acción de este tipo desataría una respuesta “severa”, pero hasta ahora indefinida de los aliados de Occidente. Según adelantó, Putin “sabe que habrá severas consecuencias por cuenta del frente unido de la OTAN”, dijo, sin especificar qué acciones llevaría a cabo la alianza.
Biden también dijo a las empresas que estén atentas a los ciberataques de Rusia. “Es parte del manual de operaciones de Rusia”, dijo en un comunicado.
Estados Unidos y sus aliados han acusado previamente a Rusia de difundir una afirmación no probada según la cual Ucrania tenía un programa de armas biológicas como preámbulo posible al uso de dichas armas, pero las declaraciones de Biden del lunes fueron unas de las más contundentes sobre el tema.
Rusia afirma que no ataca a civiles, aunque la devastación causada en ciudades ucranianas como Mariupol y Kharkiv recuerda a anteriores asaltos rusos a ciudades de Chechenia y Siria.
Putin califica la guerra, que es el mayor ataque a un Estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial, como una “operación militar especial” para desarmar a Ucrania y protegerla de los “nazis”. Occidente lo califica de falso pretexto para una guerra de agresión no provocada.
Las tropas rusas no han logrado capturar ninguna de las principales ciudades ucranianas tras cuatro semanas de invasión, y recurren cada vez más a la destrucción masiva de zonas residenciales con ataques aéreos, misiles de largo alcance y artillería.
El puerto de Mariúpol, en el sur del país, se ha convertido en uno de los focos del asalto ruso y se halla prácticamente en ruinas y con cadáveres en las calles, pero el lunes también se informó de que se habían intensificado los ataques contra la segunda ciudad, Járkov.
Se espera que las fuerzas rusas continúen atacando infraestructuras críticas con “armas de alta precisión y municiones indiscriminadas”, dijeron las fuerzas armadas de Ucrania en un comunicado.
PRESIÓN DIPLOMÁTICA
Biden tiene previsto viajar a Europa esta semana para reunirse con los dirigentes de los países aliados con el fin de discutir el endurecimiento de las sanciones contra Rusia, además de las sanciones económicas sin precedentes ya anunciadas. Antes del viaje, Biden discutió las tácticas “brutales” de Rusia en una llamada con los mandatarios europeos el lunes, dijo la Casa Blanca.
El asedio y bombardeo de Mariúpol por parte de Rusia, que el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, calificó de “crimen de guerra masivo”, está aumentando la presión para que se tomen medidas.
Sin embargo, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE no coincidieron el lunes sobre la conveniencia de incluir la energía en las sanciones, y Alemania dijo que el bloque era demasiado dependiente del petróleo ruso para imponer un embargo.
Biden criticó a la India por haber sido “un poco titubeante” a la hora de actuar contra Rusia, su mayor proveedor de material militar, pero elogió a los otros miembros del grupo Quad, Australia y Japón. La India ha instado a poner fin a la violencia en Ucrania, pero se ha abstenido de votar contra Rusia, su antiguo aliado de la Guerra Fría.
China, que también se ha negado a condenar el asalto de Rusia, y su aliado, Pakistán, se mostraron preocupados por los “efectos indirectos de las sanciones unilaterales” impuestas a Rusia, según declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores chino tras una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países.
Pidieron un alto el fuego y una resolución diplomática de la crisis.