Por: Cortesía

Internacional

Ángela Merkel: es “equivocada” la ley que limita los derechos de la comunidad LGBT en Hungría

Continúa la polémica por el instrumento que ya fue firmado por el presidente conservador de Viktor Orban y que prohíbe la difusión de contenidos que se consideren como una promoción de la homosexualidad

Angela Merkel, la canciller alemana, calificó como “equivocada” la ley adoptada en Hungría sobre los derechos de la comunidad LGBT+. Para la canciller, el instrumento legal es “incompatible” con su idea de la política. “Pienso que esta ley está equivocada”, sentenció al referirse a la normativa que limita los derechos de la comunidad LGBT+ en Hungría.

Merkel considera que la ley, que ya fue firmada por el presidente conservador de Viktor Orban, es un obstáculo para la “libertad de educación”.

La legislación, recientemente aprobada, prohíbe la difusión entre los menores de edad de contenidos que se consideren como una promoción de la homosexualidad y hace un paralelismo entre la comunidad LGBT+ y la pornografía. El articulado fue impulsado por el gobierno de Hungría que ha endurecido la legislación contra lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.

Hungría: “son mentiras”

Hungría ha calificado este miércoles de falsas las críticas expresadas por 13 países de la Unión Europea (UE), entre ellos Alemania, Francia y España, que consideran discriminatoria una polémica ley que prohíbe hablar a menores sobre homosexualidad en las escuela o los medios de comunicación.

“La declaración empieza con una afirmación intencionadamente falsa, cuando asegura que los párrafos incluidos en la ley de defensa de los menores son abiertamente discriminatorios y vulneran la libertad de expresión. Esto simplemente no es verdad”, declaró la ministra de Justicia, Judit Varga, en la radio pública Kossuth.

Se trata de una ley contra la pedofilia, aprobada el lunes, que incluye la prohibición de hablar a menores sobre homosexualidad o cambio de sexo en la escuela o en los medios de comunicación.

Esas menciones han sido incluidas por el Fidesz, el partido del ultranacionalista Viktor Orbán, en una ley originalmente redactada para elevar las penas contra los pedófilos, lo que ha indignado a la oposición progresista y a los colectivos LGTB+.

Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo lanzaron una declaración a la que se sumaron otros diez países y en la que condenan la polémica normativa, que critican por restringir los derechos de los homosexuales y piden a la Comisión Europea (CE) que use “todas las herramientas” para garantizar el pleno respeto de los derechos de todos los ciudadanos de la UE.

“Expresamos nuestra grave preocupación por la adopción por parte del Parlamento húngaro de enmiendas que discriminan a las personas LGBTIQ y violan el derecho a la libertad de expresión con el pretexto de proteger a los niños”, dice el texto también suscrito por España, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Lituania, Suecia y Letonia.

Varga lamenta que los países críticos “ni siquiera se han puesto en contacto con Hungría para aclarar el sentido de las palabras y las verdaderas áreas de aplicación de la ley”. Según la ministra, los que critican la ley no consideran que la Carta de Derechos Humanos de la UE dice que es un derecho de los padres decidir sobre la educación de sus hijos.

La legislación ha generado críticas dentro y fuera de Hungría y hasta el momento más de 130.000 húngaros han firmado una petición pidiendo que se anule la ley. Hungría ha tenido numerosos desencuentros con la CE y tiene abierto un procesos de sanción por socavar el Estado de derecho bajo el artículo 7 del Tratado de la UE.

La vicepresidenta de la CE para Valores y Transparencia, Vera Jourova, aseguró el martes que el Ejecutivo comunitario estudia si la nueva legislación húngara viola el derecho de la UE y hay una base legal para poner en marcha un procedimiento de infracción.

“Estamos estudiando ahora la ley y analizando si y cómo viola el Derecho de la UE, porque afecta a la educación, la libertad de expresión y, desde mi punto de vista, también la cuestión de la discriminación”, declaró la política checa en Luxemburgo.

 

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