Los legisladores demócratas de la Cámara Baja de Estados Unidos, que actúan como fiscales en el segundo juicio político a Donald Trump, comenzaron este miércoles su alegato formal contra el expresidente por su responsabilidad en el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, el cual dejó cinco muertos.
En la segunda jornada del impeachment, el equipo de nueve fiscales demócratas inició sus argumentos sobre por qué el Senado debería condenar a Trump del cargo político que enfrenta, el de “incitar una insurrección” de sus seguidores.
El congresista Jamie Raskin, el demócrata que lidera la acusación, aseguró que una vez que este martes se resolvió el tema de la constitucionalidad del proceso, “el Senado está ejerciendo su poder jurisdiccional” de procesar a Trump y evitar con su condena que futuros presidentes sigan su ejemplo y repitan unas acciones que el ahora expresidente considera “totalmente apropiadas”.
Los fiscales planean proyectar en el Senado imágenes de seguridad del Capitolio que hasta ahora no se habían hecho públicas, y que muestran la “extrema violencia” que emplearon los seguidores de Trump tras irrumpir en el Capitolio, y “lo cerca que estuvieron” de los legisladores, según el diario The Washington Post.
“(El video) mostrará la gravedad de lo que Donald Trump desencadenó en nuestro Capitolio”, dijo al Post una fuente oficial de la Cámara Baja, que pidió el anonimato.
Los demócratas ya proyectaron una primera grabación sobre el asalto al Capitolio en la primera jornada del juicio político, que se dedicó a debatir sobre si era constitucional juzgar a un Presidente una vez que ya ha abandonado el poder y terminó con un voto que declaró legítimo el proceso.
Ese primer material proyectado por los demócratas resumió los hechos de la jornada, desde el discurso en el que Trump arengó a sus seguidores a marchar hasta el Capitolio y “luchar como nunca” hasta imágenes gráficas de los destrozos, confusión y terror que generó la turba después de entrar por la fuerza en el Congreso.
Para muchos legisladores, senadores y periodistas que vivieron el asalto en persona, no fue fácil revivirlo a través de ese video, y el silencio fue palpable en el pleno del Senado cuando las imágenes terminaron de reproducirse.
Fue una muestra del carácter extraordinario de este juicio político, que gira en torno a hechos que los senadores —que ejercen como jurado— vivieron en primera persona, al contrario que el primer impeachment contra Trump, que versó sobre sus presiones a Ucrania.
Los fiscales demócratas tienen un máximo de 16 horas a lo largo de dos sesiones para exponer su caso, aunque la fuente oficial citada por el Washington Post aseguró que es probable que no usen todo el tiempo que se les ha otorgado.
Cuando terminen, le llegará el turno a la defensa de Trump, quien se ha negado a testificar en el juicio político y ha dejado el caso en manos de tres abogados, que tendrán el mismo tiempo que los fiscales para hablar en nombre del expresidente.
Ese calendario implica que el juicio político podría terminar este mismo fin de semana, a no ser que se decida convocar a testigos, dado que a ambos partidos les interesa despachar rápidamente el tema.
Es muy improbable que el proceso termine en una condena para Trump, puesto que para ello se necesitaría un mínimo de 67 votos —dos tercios del Senado— y los demócratas solo controlan 50 escaños de la cámara.