Ucrania dijo el martes haber bombardeado la víspera plataformas petroleras en el Mar Negro que habrían sido utilizadas como “instalaciones” militares por los rusos para reforzar su control en la región.
“En esas instalaciones, Rusia organizó pequeñas guarniciones, almacenó equipos de defensa aérea, incluidos radares. Es decir, estas plataformas se han convertido en instalaciones que han ayudado y están ayudando a los rusos a reforzar su control total de la parte noroeste del Mar Negro”, indicó el portavoz de la región de Odesa, Sergei Brachuk.
Según Brachuk, citado por la agencia de noticias Interfax-Ucrania, también había herramientas de “reconocimiento” en las plataformas de extracción de gas situadas a 70 km de Odesa.
El lunes ya dijo que las plataformas eran “objetivos militares legales” para Ucrania calificándolas de “pequeña guarnición” en un video publicado en Telegram.
El lunes por la noche un funcionario ruso anunció la desaparición de siete personas.
Según Sergei Aksionov, el gobernador instalado por Moscú tras la anexión de Crimea en 2014, los disparos tenían como objetivo tres plataformas de perforación de la empresa Chernomorneftegaz, lo que obligó a evacuar a 94 personas.
Se trata del primer ataque del que se tiene noticia contra una infraestructura de hidrocarburos en alta mar en Crimea desde que empezó la ofensiva rusa en Ucrania, en febrero.
El martes, Oleg Kriushkov, un alto responsable ruso de la península, dijo en Telegram que las operaciones de socorro en la plataforma continuaban y que todavía había “una esperanza” de encontrar sobrevivientes.
De las tres plataformas atacadas, en dos no hubo daños mayores ni heridos, y los empleados se preparan para ser evacuados.
“Expulsaron el gas de las tuberías. Detuvieron temporalmente la extracción”, afirmó.
La compañía Chernomorneftegaz, bajo sanciones estadounidenses desde 2014, explota varios yacimientos gasíferos y petroleros en el mar Negro y en el mar de Azov.
Tras la anexión de Crimea, las nuevas autoridades rusas habían nacionalizado los activos de Chernomorneftegaz, que antes era una filial de la empresa ucraniana Naftogaz.
Las plataformas en las que presuntamente el Ejército ruso instaló sistemas de radares, se encuentran a 100 kilómetros de la ciudad portuaria ucraniana de Odesa y a 150 de Crimea.
Por otra parte, las tropas rusas atacaron una vez más los edificios y el puesto de control de entrada en la planta química de Azot, en Severodonetsk, en la provincia oriental de Lugansk, donde varios cientos de civiles y militares resisten.
Los rusos también dispararon contra las instalaciones de una fábrica de ladrillos de la ciudad y “continúan los feroces combates en el distrito industrial” de esta urbe, aseguró este martes Serhii Haidai, jefe de la administración Militar de la región de Lugansk, en su cuenta de Telegram.
Según las autoridades regionales, actualmente, 568 civiles se refugian en la planta química de Azot, incluidos 38 niños. En su mayor parte, se trata del personal de la planta y de sus familias, que se negaron a ser evacuados.
También permanecen en las instalaciones un número de militares ucranianos que no ha sido revelado.