Las protestas se producen dos días después de que el ministro de Defensa, Walter Braga Netto, desmintiera las informaciones de que había amenazado al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, de que no habría elecciones el año que viene sin la aprobación de la propuesta de papeletas impresas, que se está tramitando en la Cámara.
Manifestantes volvieron este sábado a las calles de varias ciudades de Brasil para pedir un juicio político al presidente Jair Bolsonaro, en nuevas protestas que han cobrado fuerza ante la crisis que enfrenta el gobierno y las amenazas a la celebración de las elecciones del próximo año.
Las protestas se producen dos días después de que el ministro de Defensa, Walter Braga Netto, desmintiera las informaciones de que había amenazado al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, de que no habría elecciones el año que viene sin la aprobación de la propuesta de papeletas impresas, que se está tramitando en la Cámara.
Estado de Sao Paulo publicó que el ministro de Defensa, Walter Braga Netto, un general del ejército, entregó a través de un interlocutor el mensaje a Lira de que las elecciones presidenciales de 2022 deben usar votos impresos, en línea con lo declarado recientemente por Bolsonaro.
Convocadas en más de 500 ciudades por movimientos sociales, entidades estudiantiles, partidos políticos y centrales sindicales, las manifestaciones pretenden reforzar la presión para que Lira dé paso a un proceso de "impeachment" contra Bolsonaro.
"Queremos un impeachment por ser un gobierno corrupto y genocida. Por la educación, por la salud, contra el genocidio indígena y negro y contra las privatizaciones", dijeron los organizadores de "Fora Bolsonaro" en Twitter.
"Tenemos el peor gobierno (...), que mata a los ciudadanos por negligencia en la pandemia, que impulsa el retiro de derechos y amenaza la democracia", añadieron.
El presidente se enfrenta al momento más difícil de su gobierno hasta el momento con su popularidad cayendo a un ritmo acelerado.
En las últimas semanas, Brasilia se ha visto sacudida por acusaciones de que funcionarios federales solicitaron sobornos para acelerar y pagar de más por la vacuna Covaxin desarrollada por Bharat Biotech de India. A fines de junio, el Ministerio de Salud del país suspendió el acuerdo de adquisición por 1,600 millones de reales (304 millones de dólares).
Un funcionario del Ministerio de Salud y un congresista declararon que habían manifestado sus dudas sobre el acuerdo de Covaxin con Bolsonaro, pero que aparentemente no se tomó ninguna medida. La semana pasada, una jueza del Supremo Tribunal Federal autorizó una investigación sobre el presidente por incumplimiento del deber.
El rechazo a Bolsonaro alcanzó el 51% este mes, según una encuesta de Datafolha publicada a principios de este mes, la tasa más alta registrada por el instituto desde el inicio del mandato presidencial.
También el sábado, Bolsonaro realizó un paseo en moto por el Distrito Federal y posó para fotos con algunos simpatizantes, según un video publicado en las redes sociales. El presidente estuvo acompañado por los ministros Braga Neto y Luiz Eduardo Ramos.
En Río de Janeiro, el acto contra Bolsonaro reunió a cientos de manifestantes en una caminata desde el monumento Zumbi dos Palmares hasta la iglesia de la Candelaria, en el centro de la ciudad.
También hubo protestas por la mañana en Salvador, Recife y Goiânia, mientras que en otras ciudades los actos están previstos para más tarde, incluso en Sao Paulo.
Los organizadores de los actos de este sábado mantuvieron las pautas ya dadas a los manifestantes en actos similares: el uso de mascarillas con buena capacidad de protección, la distancia física y el uso de alcohol en gel, debido al riesgo de contaminación por coronavirus. También se recomendó que los miembros de los grupos de riesgo no asistieran a los actos.