Los casos de Covid vuelven a estar en ascenso en Estados Unidos. El número de contagios y hospitalizaciones se ha disparado en las últimas semanas, con especial fuerza en lugares como California y Nuevo México, dando la impresión de que podría terminarse la aparente calma que ha reinado durante los meses de otoño. La media diaria de positivos ha crecido un 28% hasta los 51.995 a nivel nacional, con más de 35.000 hospitalizados con el virus que ya ha matado más de un millón de personas en la primera potencia mundial.
En California, el estado más poblado del país, ha experimentado un crecimiento de los ingresos hospitalarios de la población mayor hasta niveles que no se habían registrado desde el pasado verano. Tanto se ha sentido el efecto en centros médicos, que vuelve a estar sobre la mesa la opción de reinstaurar el uso de mascarillas en espacios cerrados. Podría volver a implantarse en enero.
Los expertos atribuyen el aumento de casos a las bajas temperaturas propias del invierno y al bajo porcentaje de vacunados con una dosis adicional de protección. Tan solo el 35% de los mayores de 65 años en California cuentan con esa dosis, un porcentaje que desciende hasta el 21% para la franja de edad entre 50 y 64 años y al 9% entre adolescentes.
"La gente que se está muriendo ahora son principalmente personas sin vacuna o aquellas personas que no tienen la pauta actualizada", dijo Xavier Becerra, secretario de Salud de EEUU. La diferencia con esta nueva oleada invernal son los bajos niveles de mortandad, con 250 casos al día, a años luz de las cifras registradas hace casi un año, cuando la media diaria de positivos llegó a superar el millón de personas y muchos hospitales se colapsaron con ómicron como la variante dominante.
Casi doce meses más tarde la sensación que impera en EEUU es de crisis superada y de rechazo ante la sola mención de reinstaurar de nuevo medidas de seguridad ante el coronavirus. Una parte importante de la población da por hecho que el virus se ha sumado ya a la lista de patologías habituales y que no se debe tratar de manera diferente.
Al igual que el año pasado, la tradicional celebración de Acción de Gracias -tiene lugar el último jueves de noviembre- ha aumentado los niveles de contagio en todo el país, con las variantes de ómicron BQ1 y BQ1.1. como las dominantes con el 62,8% de los casos, según datos de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
TRIPLE ENDEMIA
El aumento de la incidencia del Covid ha coincidido con un alto nivel de casos de gripe, el más elevado del año en California, y del virus respiratorio sincitial (VRS) De ahí que los ingresos en hospitales se triplicaran el pasado fin de semana. Es un panorama similar al de Nuevo México, en donde ya se habla de una triple endemia. El estado vecino, Arizona, es el único donde cada uno de sus condados ha alcanzado el nivel medio o alto de transmisión del Covid-19.
Expertos médicos de Valleywise, una red de centros médicos de Arizona, aseguran que los casos de coronavirus se han duplicado desde el verano y que el patrón es muy similar al del año pasado durante los peores compases de ómicron. "Estamos un poco quemados, la verdad. Confiábamos en que esto ya se hubiera acabado", dijo a CBS Frank LoVecchio, un médico de Phoenix. "Pero parece que aún nos quedan dos meses malos por delante".
Shad Marvasti, doctor de la Universidad de Arizona, recomendaba volver a usar mascarillas en espacios cubiertos, además de vacunarse o inyectarse una dosis de refuerzo para los que no lo hayan hecho. Es consciente, sin embargo, del desgaste generalizado en torno al Covid. "Desafortunadamente, no espero que la mayoría de los arizonenses tomen precauciones", dijo. "Creo que la gente se ha vuelto insensible al tema".
No importa que hace un año la Organización Mundial de la Salud advirtiera de una variante que acabó cambiado la trayectoria de la pandemia. Detectada primero en Sudáfrica a finales de noviembre, micron disparó los contagios de forma exponencial a nivel mundial, marcando récord diarios. Hoy, sin embargo, muchos en EEUU han olvidado el nombre de la variante y no quieren volver a hablar de mascarillas o de Covid. Han pasado página.