La Organización de las Naciones Unidas comenzó a sacar parte de su personal de Afganistán, dijo un portavoz el miércoles, cuando los extranjeros se apresuran a abandonar el país después del regreso de los talibanes al poder.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo a periodistas que el organismo estaba trasladando a unos 100 empleados a Almaty, Kazajistán.
"Esta es una medida temporal destinada a permitir que la ONU siga brindando asistencia al pueblo de Afganistán con el mínimo de interrupciones y, al mismo tiempo, reducir el riesgo para el personal de la ONU", señaló.
Dujarric no especificó si el personal que está siendo reubicado era internacional o afgano, o ambos.
Si es internacional, representaría aproximadamente un tercio del personal extranjero de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).
La UNAMA emplea a unos 300 extranjeros en su sede en Kabul, así como a más de 700 ciudadanos afganos.
"La ONU está comprometida a permanecer y dar apoyo al pueblo afgano en su momento de necesidad", dijo Dujarric.
"La presencia remota brindará un apoyo cercano al trabajo continuo de la familia de la ONU sobre el terreno en Afganistán", agregó.
Los talibanes tomaron el control de Afganistán el domingo, casi dos décadas después de que fueran derrocados por una invasión encabezada por Estados Unidos tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Su repentina victoria, que se precipitó tras la retirada de las tropas estadounidenses, ha provocado el caos en el aeropuerto de Kabul, mientras Estados Unidos y países aliados intentan sacar de manera segura a miles de ciudadanos.