Los diputados aprobaron este jueves inscribir el aborto en la Constitución francesa, primer paso de una iniciativa para blindar este derecho en respuesta a los retrocesos registrados en Estados Unidos y en algunos países de Europa.
“Quiero dedicar esta victoria histórica (...) a las mujeres de Estados Unidos, a las mujeres de Polonia, a las mujeres de Hungría cuyo derecho al aborto está siendo restringido”, dijo la ponente del texto, la izquierdista Mathilde Panot.
Por 337 votos a favor y 32 en contra, la Asamblea Nacional (cámara baja) aprobó incluir en la Carta Magna de 1958 que “la ley garantiza la efectividad y la igualdad en el acceso al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”.
Para convertir finalmente el aborto en un derecho constitucional, el Senado debe aprobar sin cambios la propuesta de los diputados, que a continuación se sometería a un referéndum al tratarse de una iniciativa parlamentaria.
Para agilizar el trámite, Panot, del partido de oposición La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), llamó al gobierno del presidente centrista, Emmanuel Macron, a presentar su propio proyecto de ley, ya que evitaría el referéndum.
El aborto fue despenalizado en Francia en 1975 por una ley promovida por Simone Veil, icono de la emancipación femenina y superviviente del Holocausto. La última modificación fue en marzo para extender los plazos hasta las 14 semanas.
La iniciativa coincide con el 50º aniversario del juicio de Bobigny que abrió el camino a su legalización. En octubre de 1972, este tribunal absolvió a Marie-Claire Chevalier, una joven de 16 años acusada de abortar tras una violación.