El presidente indonesio, Joko Widodo, declaró hoy el estado de emergencia a causa del coronavirus pero evitó ordenar un confinamiento generalizado, pese a la presión recibida en ese sentido.
El gobierno indonesio fue muy criticado por no haber impuesto el confinamiento estricto en las grandes ciudades, como la capital, Yakarta, de 30 millones de habitantes, donde se detectaron la mayor parte de los casos.
"Para superar el impacto de Covid-19, elegimos la opción de un distanciamiento social a gran escala", explicó el presidente ante los periodistas.
"Tenemos que extraer lecciones de la experiencia de otros países, pero no podemos copiarla porque cada país tiene sus propias características", señaló.
Según las estadísticas oficiales, Indonesia registró mil 528 casos de contagios y 136 decesos. Pero muchos consideran que las cifras están infravaloradas, teniendo en cuenta que en el país, de 260 millones de habitantes, solo se efectuaron varios miles de tests.
El sindicato de médicos de Indonesia advirtió la semana pasada que la epidemia era mucho mayor de lo que reflejan las cifras oficiales y que la estrategia del gobierno era "un fracaso".
El presidente aportó pocos detalles sobre qué implicaciones tendrá el estado de emergencia, pero anunció el desbloqueo de mil 500 millones de dólares en ayudas sociales y subvenciones para los ciudadanos con ingresos más bajos.
Según los analistas, el presidente descartaría imponer el confinamiento porque este sería difícil de cumplir, ya que decenas de millones de indonesios viven con lo que ganan al día, en empleos no declarados.