Japón reclama las islas Kuriles del sur controladas por Rusia, que Tokio llama los Territorios del Norte, una disputa territorial que data del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas soviéticas se las apoderaron de Japón. Los sistemas Bastion rusos, que tienen misiles con un alcance de vuelo de hasta 500 km (310 millas), se desplegaron en la isla de Paramushir, dijo el lunes el Ministerio de Defensa ruso.
“Los militares costeros de la Flota del Pacífico mantendrán una vigilancia las 24 horas para controlar el área de agua adyacente y las zonas del estrecho”, dijo.
El ministerio dijo que se instaló un campamento militar en Paramushir con instalaciones que permiten servicio durante todo el año, alojamiento, recreación y alimentación para el personal.Este despliegue se produce un año después de que Rusia instalara los sistemas Bastion en la isla de Matua, en la parte central de la cordillera de Kuriles, dijo el ministerio en un comunicado.
El secretario jefe del gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, dijo en una conferencia de prensa el martes que el gobierno monitoreará de cerca la actividad militar rusa y agregó que se ha estado intensificando en las regiones del Lejano Oriente junto con la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Rusia llama a la invasión una “operación especial”.
El grupo de expertos Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington, dijo en un informe de septiembre que, eclipsada por la invasión de Ucrania, la militarización de las islas Kuriles por parte de Moscú “ha pasado desapercibida en gran medida”.
“Los pasos de Rusia para impulsar su presencia sugieren que las islas seguirán desempeñando un papel pernicioso en el futuro de las relaciones ruso-japonesas y que Japón y Estados Unidos deberían profundizar las consultas sobre las actividades de Rusia en la región”, según el informe, publicado en la web del centro.
Japón se unió a sus aliados occidentales para aplicar sanciones económicas a Rusia después de que enviara decenas de miles de tropas a Ucrania en lo que Moscú llama una “operación militar especial”. Ucrania y sus aliados dicen que Rusia lanzó una guerra no provocada.
Rusia se retiró de las negociaciones del tratado de paz con Japón y congeló los proyectos económicos conjuntos relacionados con las islas Kuriles en disputa debido a las sanciones japonesas por la invasión rusa de Ucrania.