WASHINGTON (AP) — La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, comparecerá el lunes ante un comité del Congreso en medio de crecientes demandas para que renuncie, tras las fallas de seguridad en un mitin donde un hombre armado de 20 años intentó asesinar al expresidente Donald Trump.
La audiencia de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes será la primera aparición de Cheatle ante los legisladores desde el tiroteo ocurrido en Pensilvania el 13 de julio, que resultó en la muerte de un espectador. Trump sufrió una herida en la oreja y otros dos asistentes resultaron heridos cuando Thomas Matthew Crooks disparó desde un edificio cercano.
Los legisladores han expresado su indignación por cómo el atacante pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano, a pesar de las medidas de seguridad supuestamente estrictas. El Servicio Secreto ha reconocido que, años atrás, rechazó algunas solicitudes de la campaña de Trump para aumentar la seguridad en sus eventos.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, calificó el incidente como un "fracaso", mientras varios legisladores han pedido la dimisión de Cheatle. El Servicio Secreto ha afirmado que Cheatle no tiene intención de dimitir y, hasta ahora, cuenta con el apoyo del presidente Joe Biden y de Mayorkas.
El ataque a Trump es el intento más grave de asesinar a un presidente o candidato presidencial desde el atentado contra Ronald Reagan en 1981. Es el más reciente de una serie de fallas de seguridad de la agencia que han generado investigaciones y escrutinio público a lo largo de los años.
Las autoridades están investigando las motivaciones de Crooks, pero hasta ahora no han encontrado ninguna inclinación ideológica que explique sus acciones. Los investigadores que revisaron su teléfono encontraron fotos de Trump, Biden y otros altos funcionarios del gobierno, y descubrieron que había buscado información sobre las fechas de la Convención Nacional Demócrata, así como las apariciones de Trump.
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