Por: Cortesía

Internacional

Dulces sin sabor se hacen populares en Japón

En un país famoso por los sabores que nos parecen exóticos, como las barras de chocolate sabor sake, paletas de hielo con sabor a spaghetti y fideos de todos los sabores posibles, llega algo verdaderamente novedoso: caramelos que no tienen sabor.

Creados durante la pandemia para combatir la boca seca derivada del uso constante del cubrebocas en sitios públicos, los caramelos “Flavorless (?) Candy” nacieron para aquellas personas que deseaban probar algo que no fuera dulce.

¿A qué sabe algo que no tiene sabor?

Desde su definición, estos caramelos, que se venden por un poco más de 20 pesos en distintas tiendas de conveniencia en territorio japonés, suponen una especie de debate filosófico: ¿en verdad saben a nada?

De acuerdo con reportes hechos por publicaciones especializadas en gastronomía, la sensación producida por los caramelos es parecida a la de tener un cubo de hielo en la boca, pero sin la incomodidad de que sea frío.

“Se convirtió en un tema de conversación. El dulce es simplemente un caramelo que se va disolviendo gradualmente en tu boca y desaparece”, señaló en entrevista con The New York Times Osamu Oouchi, parte del equipo que desarrolló este peculiar producto.

Incluso algunos expertos se resisten a nombrar este caramelo como “dulce”, puesto que no tiene sabor alguno. Y aunque se había lanzado como un sabor especial durante el año pasado, su popularidad en las redes sociales hizo que la compañía los lanzara nuevamente.

Una dulce segunda oportunidad

Lawson es una cadena de tiendas de conveniencia muy popular en Japón que tiene una tradición: lanza cada determinado tiempo una serie de productos especiales para que sus clientes voten. Los tres alimentos más populares se ganan un lugar permanente en sus anaqueles.

Los dulces sin sabor compitieron en noviembre pasado con una bebida rehidratante sabor sake, un latte para microondas, un cóctel con alcohol y proteína en polvo, una sopa sabor pan de ajo y papas fritas sabor mayonesa. Sin embargo, no quedaron entre las favoritas.

“Los jóvenes no quieren tener comida en sus bocas por mucho tiempo, prefieren masticar gomitas, tabletas o mentas. Así que las compañías están intentando probar ideas innovadoras para atraer a los consumidores jóvenes”, analizó el experto gastronómico Hisahiro Kawabe.

La segunda oportunidad para “Flavorless (?) Candy” llegó en julio pasado, donde arrasó prácticamente en las votaciones, luego que se volvió un producto de culto impulsado por las redes sociales.

Elaborados solo con dos ingredientes: eritritol y polidextrosa, su sabor es más sutil que el del arroz hervido y no deja una sensación dulce ni tiene aroma, señala el experto Tasuku Egawa para el medio Japan Today. Al final, aunque sutilmente, los caramelos que no saben a nada sí tienen algún sabor.

 

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