Estados Unidos y China acuerdan una tregua arancelaria de 90 días tras negociaciones en Ginebra, marcando un giro positivo en su prolongada guerra comercial.
Estados Unidos y China anunciaron este lunes la suspensión por 90 días de la mayoría de los aranceles recíprocos que han afectado gravemente el comercio bilateral desde 2024. El acuerdo, resultado de dos días de negociaciones en Ginebra, entrará en vigor a más tardar el 14 de mayo.
Ambos países acordaron reducir temporalmente sus aranceles en 115 puntos porcentuales, lo que implica que los productos chinos importados a EE.UU. pagarán un 30% de arancel, mientras que los productos estadounidenses que ingresen a China afrontarán un 10%. Esta noticia tuvo impacto inmediato en los mercados financieros, la Bolsa de Hong Kong subió más de un 3% y el dólar se fortaleció frente al yen y el euro.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, calificó el entendimiento como un paso hacia una relación comercial “más equilibrada”, y reconoció que las tarifas anteriores habían actuado como un embargo de facto al intercambio comercial entre ambas naciones. Por su parte, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, destacó los “progresos sustanciales” logrados durante las conversaciones.
El enfrentamiento comercial comenzó en abril de 2024 cuando el presidente Donald Trump impuso una serie de aranceles dirigidos específicamente a China. Beijing respondió con medidas similares, y durante este periodo, algunos productos llegaron a enfrentar gravámenes acumulados de hasta 245%.
Según el comunicado conjunto, también se acordó crear un mecanismo permanente de diálogo económico y comercial, lo que apunta a evitar futuras escaladas. La OMC celebró la noticia como un “paso constructivo hacia la distensión”.
El diálogo en Ginebra marca la reunión de más alto nivel entre ambos países desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, y refleja un intento por parte de los sectores más moderados del gobierno estadounidense de encontrar soluciones negociadas.