Grecia elimina desde este miércoles por primera vez en dos años la obligatoriedad de usar mascarilla en espacios interiores, en un momento en que las temperaturas se han vuelto veraniegas y los turistas empiezan a llegar en gran número al país.
Se trata prácticamente de la última medida restrictiva que permanecía en el país, ya que en mayo se retiró el certificado COVID, que se debía mostrar para poder acceder a la mayoría de los espacios interiores públicos, y también la obligatoriedad de mostrar un pasaporte COVID para entrar en el país.
La mascarilla desaparece también a partir de hoy en vuelos y aeropuertos, y en los medios de transporte de larga distancia, donde existen asientos numerados.
No obstante, en algunos espacios especialmente vulnerables, como hospitales, residencias de mayores, y el transporte urbano, como el metro, los buses y el tranvía, la protección facial seguirá siendo obligatoria.
La pandemia se encuentra en plena recesión en Grecia, ya que los contagios diarios han bajado a un promedio de 4.000, en un país con 10,7 millones de habitantes, mientras que los fallecimientos no superan los 20 por día, y los intubados en los hospitales públicos se mantienen por debajo de los 150.
“Al parecer durante el verano la pandemia no nos presionará”, señaló el ministro de Sanidad, Thanos Plevris en la televisión privada SKAI, aunque recalcó que a partir de septiembre es posible que la incidencia suba, y puede que algunas de las medidas eliminadas sean restablecidas.
Tras dos años golpeada por la pandemia, Grecia espera recibir esta temporada veraniega un número similar de turistas que en 2019, el mejor año en la historia del turismo heleno, y las cifras de llegadas hasta ahora disponibles son prometedoras.
A comienzos de año Grecia registró el mayor repunte de contagios desde el comienzo de la pandemia, rozando a diario los 50.000 casos y con un centenar de fallecimientos de media.
El 71% de la población griega ha recibido dos dosis de la vacuna, mientras el 56% ha recibido por lo menos un refuerzo.
El Gobierno sigue recomendando el uso de la mascarilla en lugares de aglomeración, y especialmente a los que pertenecen a grupos vulnerables.