El ministerio calificó de "inaceptable" la exclusión del monarca y anunció que España no participará en el evento "a ningún nivel".
El Gobierno de España ha decidido no enviar ningún representante a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, tras la exclusión del rey Felipe VI de la invitación oficial. La decisión generó una protesta formal por parte del Ministerio de Exteriores español, encabezado por José Manuel Albares.
La protesta formal y el comunicado oficial
Según información de medios de comunicación, el Ministerio de Exteriores envió una nota verbal al Gobierno mexicano, en la que destacó que el rey es el "jefe de Estado" y debe asumir la representación más alta en las relaciones internacionales.
En el comunicado se recordó que Felipe VI asistió a la toma de posesión del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, en 2018, y que las relaciones entre ambos países aconsejan un alto nivel de representación.
El ministerio calificó de "inaceptable" la exclusión del monarca y anunció que España no participará en el evento "a ningún nivel". La carta también subrayó la importancia de mantener relaciones institucionales sólidas entre ambos países.
Reacciones de Pedro Sánchez y Claudia Sheinbaum
Desde Nueva York, el presidente español, Pedro Sánchez, expresó su "enorme tristeza" por la situación, lamentando que dos pueblos hermanos no puedan mantener las mejores relaciones debido a intereses políticos.
Sánchez intentó mediar la situación con una llamada a Sheinbaum, pero no logró cambiar la decisión del Gobierno mexicano.
Por su parte, Claudia Sheinbaum explicó que la exclusión del rey se debe a la falta de respuesta de Felipe VI a una carta enviada por López Obrador en 2019, en la que se solicitaban disculpas por los excesos cometidos durante la Conquista de hace 500 años.
Un antecedente en las relaciones México-España
La carta de López Obrador a Felipe VI en 2019, pidiendo una disculpa por la responsabilidad histórica de España durante la Conquista, fue rechazada "con toda firmeza" por el Gobierno español.
El Ministerio de Exteriores lamentó que la misiva fuera hecha pública y mantuvo su postura de no ofrecer disculpas, lo que desde entonces ha tensado las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Esta reciente controversia refleja las diferencias políticas y diplomáticas entre México y España, que pese a compartir valores progresistas, no han podido superar ciertos desacuerdos históricos.