Turquía envió barcos para ayudar a evacuar gente y vehículos de una localidad al norte del mar Negro que se vio fuertemente afectada por inundaciones, mientras el número de muertes provocadas por el desastre aumentó a por lo menos 62 y más personas siguen desaparecidas.
Lluvias torrenciales azotaron las provincias en el noroeste del país el miércoles, provocando inundaciones que destrozaron casas, derribaron puentes, arrastraron automóviles y dejaron varios caminos intransitables. La agencia turca de desastres, la AFAD, informó que 52 personas habían fallecido en la provincia de Kastamonu, nueve en Sinop y una en Bartin.
El ministro del Interior dijo que aún se desconocía el paradero de 77 personas y ocho seguían hospitalizadas.
Los equipos de emergencia de toda la región continuaban buscando a los desaparecidos entre los numerosos edificios que se han derrumbado parcialmente.
El Ministerio de Defensa de la nación envió dos barcos para evacuar a la gente y a los automóviles de una localidad en Sinop. También vehículos militares que pueden servir de puentes provisionales para ayudar a acceder a las zonas donde los puentes quedaron destruidos.
En tanto, el Ministerio de Defensa de Israel anunció que le ofreció a Turquía enviar un equipo de búsqueda y rescate.
Las inundaciones se produjeron luego de que Turquía sufrió una sofocante ola de calor y mientras los bomberos combatían unos incendios forestales en el sur que han arrasado con la costa del país en el mar Mediterráneo.
Los climatólogos afirmaron que hay pocas dudas de que el cambio climático producido por la quema de carbón, petróleo y gas natural está produciendo fenómenos extremos, como olas de calor, sequías, incendios forestales, inundaciones y tormentas, a medida que la Tierra se calienta.