Por: Cortesía

Internacional

Google donará USD 33 millones para combatir la pandemia en la región

La semana pasada, un 40% de las muertes por COVID-19 en el mundo se produjo en Latinoamérica, según un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Hoy hay más países que nunca en la región que reportan un número superior a los 1.000 casos diarios.

Latinoamérica continúa bajo las garras del coronavirus y los hospitales están peligrosamente llenos. Para la mayoría de los países de la región, la pesadilla no sólo no se ha terminado, sino que se está acelerando.

La pandemia del COVID-19 ha implicado una crisis humanitaria sin precedentes, en especial para Latinoamérica, región en la que el ritmo de vacunación avanza muy lentamente aún, y en la que el número de contagios y de muertes sigue en aumento. Frente a este panorama, se requieren acciones concretas.

En este sentido, Google aportará 33 millones de dólares para Latinoamérica, de los cuales 17 millones están destinados a Hispanoamérica.

Esos 17 millones de dólares se distribuirán: 1,5 millones en donaciones de Google.org, el brazo filantrópico de la compañía, a Unicef para contribuir con los esfuerzos humanitarios en Argentina, Chile, Colombia, México y Perú; 500.000 que están siendo distribuidos entre otras organizaciones sin fines de lucro para ayudar a comunidades necesitadas; y 15 millones adicionales en Ad Grants para las autoridades de salud locales y organizaciones sin ánimo de lucro, con el fin de que éstas compartan información verificada y útil respecto a vacunas y a cuidados personales.

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Florencia Sabatini, responsable de comunicaciones para Google Hispanoamérica, aseguró en diálogo con Infobae que “después de haber hecho una colaboración de 6 millones el año pasado para estar presentes y estar cerca como compañía en Latinoamérica, para dar respuesta a la situación crítica del COVID-19, viendo que esto se prolongó, decidimos asociarnos con Unicef, el mejor organismo que pudimos encontrar en Latinoamérica y que es sinónimo de transparencia y sobre todo que puede llegar al área más crítica, que son los niños, las niñas y los adolescentes”.

“Son los que más nos preocupan a nosotros, los más chiquitos, más en una pandemia que está golpeando a todo el mundo, pero sobre todo a países de Latinoamérica que ya veníamos sufriendo situaciones previas”, agregó Sabatini, quien recalcó que esta ayuda va dirigida a “países y comunidades donde Google tiene presencia y un fuerte compromiso”.

Olga Isaza, representante adjunta de Unicef Argentina, contó a este medio que con la pandemia, desde el organismo de cooperación internacional han hecho “una reorganización del trabajo especialmente en Latinoamérica, y en Argentina también. El contexto de esta intervención es muy importante, ya que en diciembre de 2020 el 57,7% de los niños y las niñas de la Argentina vivía en la pobreza. Esa es una cifra muy elevada. Más de la mitad. Esta cifra venía siendo elevada, cerca del 53%, pero efectivamente la pandemia la profundizó de una manera muy significativa”.

De acuerdo a informes que realizó Unicef de cómo la pandemia había impactado a los hogares con niños, en cerca de 2,3 millones de hogares el ingreso se había visto disminuido por la pandemia. El 26% de las familias había dejado de comprar al menos un alimento por la pandemia: 7,7 millones de niños y niñas se vieron afectados.

“Casi podría ser un país de centroamérica”, remarcó Isaza. “Muchos viven en villas y asentamientos informales. Entonces nosotros decidimos armar nuestra estrategia en estos lugares. Primero, asegurando la alimentación, lo básico. Y también por la experiencia que tenemos en contextos de emergencia, sabemos que los niños y niñas menores de 3 años son los que menos acceso a alimentos adecuados tienen en situaciiones así. Por eso, nos asociamos con diferentes asociaciones civiles de base comunitaria porque nos parecía importante llegar realmente a los lugares que se necesitaba”.

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“Adicionalmente, en el contexto de la pandemia entregamos kits de higiene, no solo a comedores comunitarios para que los empleados pudieran estar protegidos sino también para cuidar a las familias. En muchos comedores instalamos lugares de lavado de manos”.

Todo esto sin un proceso de diálogo era insuficiente. Por ejemplo, hablar de lavado de manos en lugares en los que no hay agua implicó una enseñanza más profunda. “Todos sabemos que cambiar el hábito de las personas es muy difícil, entonces intervenimos para enseñar”, coincidió Isaza.

“Además, observamos que durante la pandemia se incrementó la violencia intrafamiliar por la suspensión de las clases, por el estrés, que aumentan la tensión y la violencia. Dimos tipos para disminuir situaciones conflictivas, para proteger a los niños y a las niñas, para darles información de qué hacer en caso de que se presentaran actos d violencia”.

En Argentina los esfuerzos se enfocarán en un plan donde se donarán de manera directa 280.000 dólares para dar alimentos saludables a las comunidades más afectadas del país, brindar elementos de higiene personal para prevenir el contagio del virus y generar conciencia sobre mecanismos de prevención.

“Vamos a ampliar nuestra intervención a 3 mil niños y niñas más y sostenerlo durante un año. Al principio de la pandemia nosotros pensamos que esto iba a cambiar pero bueno, estamos en la situación en la que estamos. También vamos a estar llegando con los kits de higiene a 2400 familias y con kits de limpieza a 1500 comedores en diferentes provincias y en zonas periurbanas”.

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“Lo importante de todos estos lugares es que llegamos a donde las condiciones de los niños y niñas son las más complicadas y exigentes. Se trata de una intervención humanitaria”, finalizó.

En Chile se dispondrán 150.000 dólares para la construcción de espacios de juego al aire libre y kits de higiene, con el fin de permitir que los niños puedan volver a sus rutinas. Esto también va acompañado de actividades educativas que buscan seguir con el proceso habitual de los niños.

Por otro lado, en Colombia, la inversión de 270.000 dólares se utilizarán para la rehabilitación de los sistemas de acueducto en colegios, la instalación de estaciones de lavado de manos y la entrega de kits de higiene para el personal y los estudiantes. En México, en cambio, con 300.000 dólares, Unicef se enfocará en el desarrollo de programas de apoyo y prevención del contagio, a través de servicios médicos y acceso a fuentes de agua limpia.

Finalmente, en Perú, el trabajo estará focalizado en garantizar la disponibilidad de oxígeno en los centros de salud críticos y en ofrecer materiales de protección para los trabajadores de la salud, así como la construcción de estaciones de lavado de manos y campañas de concientización en todo el país, con un apoyo económico de 270.000 dólares.