Irán.- Un hombre iraní, de 30 años de edad, acudió al médico luego de presentar un intenso dolor en el abdomen. El sujeto, cuyo nombre no fue revelado, detalló a los especialistas que se había introducido una botella de desodorante por el recto, pero que ya no pudo retirarla. El insólito caso causó revuelo en Irán, por lo que el expediente fue recuperado para la realización de un estudio publicado en la revista especializada Visual Journal of Emergency Surgery.
De acuerdo con la publicación, el paciente experimentó un agudo dolor abdominal luego de buscar placer sexual a través de lo que se denomina "foreign body” (término que hace referencia a cuerpos extraños dentro del organismo humano). El médico de cabecera del sujeto dio aviso al departamento de emergencias de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán, donde el hombre fue transferido.
El estudio fue publicado por los médicos Seyedhossein Seyedhossieni-davarani, Mahdi Zangi y Dr. Mohammad Eftekhari. Según información de los especialistas, el caso fue considerado como "poco común" en la sala de emergencias; agregaron, que este tipo de eventos suele ocurrir con mayor frecuencia entre los jóvenes varones con actitudes eróticas.
Igualmente, los autores del estudio detallaron que el paciente no presentó síntomas durante las primeras horas que tuvo el objeto atorado en el recto: “inicialmente no hubo síntomas asociados como náuseas, vómitos, sangrado rectal o evacuaciones intestinales anormales”, se lee en la publicación sobre el caso. Los signos vitales del paciente también se encontraban estables y el sujeto no tenía antecedentes relacionados a violencia o drogas.
En la investigación se detalló que el paciente tenía demasiado dolor para una revisión rectal estándar, por lo que los médicos se vieron obligados a usar rayos X para descubrir que la botella de desodorante había viajado a su tracto digestivo. Tras el hallazgo, los cirujanos realizaron una incisión en el estómago del hombre y retiraron el antitranspirante.
Luego de una cirugía exitosa, el paciente pasó un día en observación, y se reunió con un psiquiatra, antes de ser dado de alta del hospital. En el estudio, los médicos detallaron que los cuerpos extraños que con mayor frecuencia aparecen atorados en el recto de los pacientes son: dispositivos sexuales, botellas de vidrio, alimentos y verduras (especialmente pepinos) y objetos de madera.