Un nuevo incendio en Málaga, Andalucía, España, justo donde hace nueve meses ardieron 10 mil hectáreas, ha provocado el desalojo de 2 mil personas, además de tres bomberos heridos tras la situación ocurrida concretamente en Sierra Bermea, donde por ahora el fuego está descontrolado, afectando a 2 mil 150 hectáreas, y en el que trabajan casi mil efectivos para sofocarlo.
El incendio, cuyas causas todavía se desconocen, se parece peligrosamente al que se produjo en septiembre del año pasado, y que tiene como epicentro el mismo entorno donde se logró frenar entonces.
Las condiciones del clima aumentan aún más el riesgo de propagación, con temperaturas que alcanzarán los 38 grados en la zona; fuerte viento y una humedad relativa muy baja.
El fuego se encuentra en una zona de muy difícil acceso por tierra, cerca del río Guadalmansa, en el término municipal de Pujerra. El viento de tierra hizo que las llamas se extendieran a una velocidad de 30 metros por minuto en dirección sur, hacia la Costa.
Las autoridades confían en que un cambio de viento que se espera a mediodía de hoy ayude en las labores de extinción, pero por el momento, el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca) informa de que esta mañana “hay zonas donde se registra una inversión térmica que imposibilita el trabajo de medios aéreos”.
La dirección de extinción ordenó anoche y durante la madrugada el desalojo preventivo de todo el casco urbano de Benahavís (cuyo municipio tiene unos 8 mil residentes, pero no están afectadas todas las urbanizaciones).
En cambio, los primeros en abandonar sus casas fueron unos 60 vecinos de la urbanización Montemayor, que fueron trasladados a un polideportivo.
En el lugar del siniestro se encuentran casi mil efectivos con medios terrestres, aéreos, autobombas, una unidad médica, una unidad móvil de meteorología y transmisiones y otra de análisis y seguimiento.
La investigación está a cargo de la Guardia Civil, que será quien determine si ha sido intencionado y cuántos focos se han producido.
Para la atención de los evacuados se habilitó la carpa municipal de San Pedro de Alcántara. En este punto, la Cruz Roja desplegó material de primera necesidad, aseo y alimentos para 500 personas, aunque solo 37 llegaron a pernoctar y el resto de evacuados se marchó a viviendas de familiares y establecimientos hoteleros de la zona.
Además, el Gobierno de Andalucía solicitó la presencia de la Unidad Militar del Ejército (UME) y de inmediato se desplazaron 162, que se unieron a los 220 que mantiene el Infoca sobre el terreno, más los 50 de los ayuntamientos y la Diputación, entre otros.
El incendio de septiembre en la misma zona se cobró la vida de un bombero, se quemaron 10 mil hectáreas y se evacuaron a un total de 3 mil personas.
Denominado como de sexta generación, adquirió una dinámica propia que generó pirocúmulos (nubes de fuego) que hacían las llamas incontrolables y que incluso originaba nuevos focos. Finalmente, gracias a la lluvia, el fuego se apagó seis días después, aunque oficialmente fue declarado extinguido tras 46 días.