En Estados Unidos, la inflación se aceleró de 8.6 a 9.1 por ciento interanual de mayo a junio, un nuevo máximo desde 1981, y superó al consenso que esperaba 8.8 por ciento.
La cifra de inflación fue resultado de un aumento generalizado en los precios, destacando los aumentos de gasolina (11.2 por ciento); electricidad y gas natural (3.5 por ciento) y alimentos (10.4 por ciento).
La aceleración en el ritmo de crecimiento de los precios es notoria, aseveró Monex, lo que desvanece las expectativas de que la Reserva Federal incremente 0.5 por ciento su tasa de referencia y se esperen cifras mayores.
Por lo anterior, las cifras de inflación de junio apoyan la expectativa (75 por ciento de probabilidad) de un incremento 0.75 por ciento a la tasa de fondeo, la segunda consecutiva después de que en junio se aplicara la dosis más grande desde hace 28 años para una inflación elevada en 40 años, pero algunos (con una probabilidad de 25 por ciento) prevén uno por ciento.
Así, la perspectiva de crecimiento para más adelante en el año probablemente se deteriore, estiman analistas.
El dólar perdió fuerza frente al peso y retrocedió tras alcanzar los 21 pesos al conocerse el dato de inflación estadunidense, lo que supone que la Fed representará el mayor aumento de la tasa de referencia en la era moderna, mientras otro grupo de analistas esperan que la inflación haya alcanzado su pico.
El peso cerró con una apreciación ante el dólar de 0.73 por ciento, a 20.6806 unidades por dólar spot, luego de dos sesiones a la baja.
De acuerdo con el Banco de México, la paridad peso-dólar operó entre un máximo de 20.88 unidades y un mínimo de 20.6450 unidades.
Por su parte, Wall Street tuvo una sesión marcada por la volatilidad. El Nasdaq cayó 0.15 por ciento, a 11 mil 247.58 puntos, mientras el Dow Jones cedió 0.68 por ciento, a 30 mil 772.49 enteros, y el S&P 500 perdió 0.45 por ciento, a 3 mil 801.78 unidades.
La Bolsa Mexicana de Valores cayó 0.4 por ciento, a 47 mil 461.35 puntos.