El presidente Joe Biden firmó este viernes una orden ejecutiva por el Día de la Tierra diseñada para salvaguardar los bosques vírgenes que se han visto amenazados por incendios forestales y sequías.
“Nuestros bosques son los pulmones de nuestro planeta”, dijo en Seattle, y agregó que la medida ayudará a que los bosques sean más resistentes a los incendios forestales.
“Estos son los bosques que almacenan y eliminan cantidades increíbles de carbono y nos ayudan a combatir el cambio climático”, agregó.
Biden utilizó el evento para resaltar los esfuerzos de su administración para combatir el cambio climático y salvaguardar el medio ambiente.
“Hicimos más que establecer objetivos audaces, actuamos para lograrlos”, remarcó citando la cumbre climática de la Casa Blanca del año pasado. “Necesitamos que el Congreso también actúe”.
¿Qué establece la nueva orden ejecutiva de Biden?
El Gobierno federal hará un inventario de los bosques vírgenes en tierras federales y realizará un análisis de las amenazas que enfrentan, así como las políticas que podrían reducir esos riesgos.
Los científicos han identificado los árboles primarios como fundamentales para combatir el cambio climático porque funcionan como depósitos de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero clave. Pero las empresas madereras se han resistido a las restricciones con respecto a sus operaciones en tierras federales, mientras que otras han argumentado que los bosques densos pueden alimentar incendios forestales más extremos.
La orden ejecutiva requiere que el gobierno desarrolle objetivos de reforestación y busca reforzar la capacidad federal de recolección y vivero de conos y semillas. La escasez de semillas específicas de las zonas afectadas ha obstaculizado los esfuerzos para plantar nuevos árboles después de los devastadores incendios forestales.
Biden firmó la orden mientras la Casa Blanca ha enfrentado críticas de activistas ambientales por la incapacidad de asegurar una legislación para proporcionar fondos significativos para su agenda climática, así como sus recientes esfuerzos para alentar la producción de petróleo a medida que aumentaban los precios de la gasolina tras la invasión de Rusia a Ucrania.