Un juez federal anuló este martes dos reglas del gobierno del presidente Donald Trump elaboradas con el objetivo de limitar drásticamente el número de visas que se emiten cada año para trabajadores extranjeros calificados.
Los cambios que aplican al programa de visado H-1B anunciados en octubre pasado incluyen la imposición de requisitos salariales a empresas que contratan a trabajadores extranjeros calificados y límites a las actividades especializadas.
Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional lo consideraron una prioridad debido a la pérdida de empleos a causa del coronavirus y calcularon que hasta una tercera parte de quienes han solicitado visas H-1B en años recientes serían rechazados bajo las nuevas reglas.
El juez federal Jeffrey White en California dijo que el gobierno no siguió los procedimientos de transparencia y su afirmación de que los cambios eran una respuesta de emergencia a la pérdida de empleos por la pandemia carecían de fundamentos porque el gobierno de Trump había planteado la idea desde hace algún tiempo, pero no publicó las reglas sino hasta octubre pasado.
“La pandemia del COVID-19 es un evento que está más allá del control de los acusados, sin embargo, era del control de los acusados tomar medidas antes de lo que lo hicieron”, escribió White.
Estados Unidos emite hasta 85 mil visas H-1B cada año en sectores que incluyen tecnología, ingeniería y medicina. Por lo general se emiten por tres años y son renovables. La mayoría de los casi 600 mil poseedores de visas H-1B en Estados Unidos provienen de India y China.
Las reglas de H-1B anunciadas semanas antes de las elecciones eran parte de la agenda a gran escala de Trump para contener casi todas las formas de inmigración. En junio pasado, emitió una orden para suspender de forma temporal el programa H-1B hasta finales del año.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos y las universidades, incluido el Instituto Tecnológico de California, presentaron una demanda en California bajo el argumento de que no se había presentado un aviso adecuado ni hubo tiempo para que el público comentara sobre los cambios. También dijeron que las reglas, particularmente aquellas relacionadas con la obtención de un sueldo prevaleciente para los poseedores de la visa, tendría un impacto drástico en las nuevas contrataciones y “cortaría las relaciones laborales de cientos de miles de empleados existentes en Estados Unidos”.
La Universidad de Utah citó un ejemplo en el que un empleado que buscaba renovar su visa H-1B recibía un salario de 80 mil dólares, pero que con la nueva medida debería recibir una paga de 208 mil dólares.
El juez coincidió en que el gobierno federal no presentó argumentos para la implementación de reglas bajo la Ley de Procedimiento Administrativo, que hace que las agencias rindan cuentas al público al requerir un proceso detallado para la promulgación de regulaciones.
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