Por: Cortesía

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Lagos de deshielo amenazan a la Antártida y aumento en el nivel de los mares

Los lagos en la superficie del hielo antárticos, también conocidos como supraglaciales (SGL) se han relacionado con el colapso de la plataforma de hielo y la subsiguiente aceleración del flujo de hielo tierra adentro, pero las observaciones de SGL siguen siendo relativamente escasas y su variabilidad interanual se desconoce en gran medida. Esto dificulta evaluar si algunas plataformas de hielo están cerca de los umbrales de estabilidad bajo el calentamiento climático.

Una nueva investigación, la primera de su clase, que relevó los lagos superficiales de agua de deshielo cercana a la capa de hielo de la Antártida por siete años, detectó que allí el volumen de los lagos tienen amplios incrementos año a año. Esta conclusión brinda posibles nuevas conclusiones sobre el impacto potencial del cambio climático en ese continente.

El estudio fue dirigido por la Universidad de Durham del Reino Unido. Para completarlo se analizaron más de 2.000 imágenes obtenidas por el satélite Landsat 8 que registraron el borde de la capa de hielo de la Antártida Oriental. Su objetivo fue relevar el tamaño y el volumen de los SGL entre 2014 y 2020. Al documento se sumaron las universidades de Newcastle y Lancaster y el Instituto de Tecnología de Georgia

La investigación dio cuenta de que los volúmenes de agua varían cada temporada, incluso con registros que superan el 200% en capas de hielo flotantes, alcanzando un promedio, según los datos relevados, de un 72%. El mismo documento reveló que los lagos analizados tenían más profundidad y se ampliaban en las estaciones cálidas merced al deshielo. Además, observaron que algunos de ellos se formaban en plataformas flotantes que, gracias a la presencia de los lagos, podían convertirse en futuros deshielos.

La investigación, que se publicó en la revista científica Nature Communication, representa una vanguardia en el estudio de los lagos de agua de deshielo durante varios años, lo que ha permitido analizar las variaciones en cada temporada y explorar cómo modifican su profundidad, caudal y dimensiones. Según expresan los autores, “el estudio proporciona información vital sobre por qué y dónde crecen los lagos, y ayudará a comprender qué plataformas de hielo pueden tener más riesgo de romperse como consecuencia del derretimiento de la superficie.

Jennifer Arthur, autor principal del documento y experta del del Departamento de Geografía de la Universidad de Durham, declaró: “Sabíamos que los lagos supraglaciales eran más extensos de lo que se pensaba anteriormente alrededor de la capa de hielo de la Antártida Oriental, pero hasta ahora solo teníamos instantáneas de estos en algunos años. Nuestro estudio revela que estos lagos cambian en escala mucho más de lo que originalmente sospechábamos. Nos sorprendió cuánto pueden cambiar los lagos de un año a otro entre las plataformas de hielo”.

Los investigadores analizaron las causas posibles de estas acciones y confirmaron que las temperaturas más elevadas del verano en el continente blanco se vinculaban al crecimiento registrado de los lagos. “Debido al cambio climático —continuó la especialista— la temperatura del aire en la Antártida seguirá aumentando y nuestro estudio sugiere que esto conducirá a un aumento en la cantidad y el volumen de los lagos supraglaciales, lo que a su vez pondrá algunas plataformas de hielo de la Antártida oriental en riesgo de colapso”.

El hielo de la Antártida Oriental, la porción analizada por este documento, se considera el volumen de hielo más grande del mundo. Su caudal de hielo sería, de derretirse, capaz de elevar los niveles de mares y océanos en 52 metros alrededor del planeta. Las capas flotantes que van separándose de la estructura de hielo principal, favorecen su desplazamiento hacia los océanos, lo que, a su vez, produce el incremento del nivel de los océanos.

Los análisis previos de los SGL eran casi inexistentes. El registro de variabilidad de su caudal era una materia pendiente para los científicos. Una cuestión que dificultaba analizar sus consecuencias en las plataformas flotantes y también en determinar la posibilidad de que nuevos bloques de hielos se separaran del continente. Con este documento pionero será posible comprender la aparición y evolución de los SGL y sus consecuentes impactos climáticos.

A la vez, puede acompañar con decisiones políticas en consecuencia. A decir de los especialistas, sus conclusiones, además, “mejorarán la precisión de los modelos climáticos regionales utilizados para replicar las observaciones y predecir futuros cambios en la capa de hielo en la Antártida”, según citan en la investigación.

 

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