A las mujeres afganas no debería permitírseles trabajar con hombres, dijo un alto cargo talibán, una postura que, de aplicarse formalmente, les impediría emplearse en oficinas gubernamentales, bancos, empresas de comunicación y otros ámbitos.
Waheedullah Hashimi, un alto cargo de los talibanes cercano a la dirección, dijo a Reuters que el grupo aplicaría plenamente su versión de la sharia, o ley islámica, a pesar de las presiones de la comunidad internacional para que permita a las mujeres trabajar donde quieran.
Desde que el movimiento llegó al poder el mes pasado, los funcionarios talibanes han dicho que las mujeres podrán trabajar y estudiar dentro de los límites establecidos por la sharia.
Sin embargo, existe una gran incertidumbre sobre el efecto práctico que esto tendrá en su capacidad para mantener sus puestos de trabajo. La última vez que los talibanes gobernaron Afganistán, entre 1996 y 2001, las mujeres tenían prohibido trabajar y educarse.
La cuestión es de gran importancia para la comunidad internacional y podría afectar a la cantidad de ayuda que recibe Afganistán, sumido en una crisis económica.
"Hemos luchado durante casi 40 años para llevar el sistema de la sharia a Afganistán", dijo Hashimi en una entrevista. "La sharia (...) no permite que hombres y mujeres se junten o se sienten juntos bajo un mismo techo".
"Los hombres y las mujeres no pueden trabajar juntos. Eso está claro. No se les permite venir a nuestras oficinas y trabajar en nuestros ministerios", agregó.
No estaba claro hasta qué punto los comentarios de Hashimi reflejaban la política del nuevo gobierno, pero parecían ir más allá de los comentarios públicos realizados por algunos otros funcionarios.
En los días siguientes a la conquista de Kabul por los talibanes, el portavoz Zabihullah Mujahid dijo a periodistas que las mujeres eran una parte importante de la comunidad y que trabajarían "en diferentes sectores".
GABINETE DE HOMBRES
Sin embargo, los nombramientos del gabinete anunciados el 7 de septiembre no incluyeron a ninguna mujer y se han difundido informes sobre mujeres que han sido expulsadas de sus lugares de trabajo.
Hashimi dijo que la prohibición a las mujeres se aplicaría también a sectores como los medios de comunicación y la banca, en los que las mujeres han cobrado cada vez más protagonismo desde la caída de los talibanes en 2001 y la instauración de un gobierno respaldado por Occidente.
El contacto entre hombres y mujeres fuera del hogar se permitirá en determinadas circunstancias, por ejemplo, cuando se acuda a un médico varón, añadió.
También se permitirá a las mujeres en los sectores de la educación y la medicina, donde podrán crearse instalaciones separadas para su uso exclusivo.
"Por supuesto, necesitaremos mujeres, por ejemplo en la medicina, en la educación. Tendremos instituciones separadas para ellas, hospitales separados, universidades separadas quizás, escuelas separadas, madrasas separadas".
El domingo, el nuevo ministro de Educación de los talibanes dijo que las mujeres podían estudiar en la universidad, pero que debían ser segregadas de los hombres.
Mujeres han participado en varias protestas en Afganistán, exigiendo que se mantengan los derechos que han conquistado en las últimas dos décadas. Algunas concentraciones han sido disueltas por talibanes armados que han disparado al aire.