La cosa se puso tensa entre China y México después de que el Senado mexicano aprobara una reforma que mete aranceles de 5% a 50% a más de mil 400 productos provenientes del gigante asiático y otros países sin acuerdos comerciales.
Esta medida, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, cayó durísimo en Pekín, donde el Gobierno chino pidió casi de inmediato que México retire la reforma antes de que cause daños serios en la relación bilateral.
Para China, esta jugada mexicana no suena nada bien. Desde su visión, es una movida de “unilateralismo y proteccionismo” que puede pegarle directamente a sus intereses comerciales. El Ministerio de Comercio chino soltó que seguirán “con lupa” el impacto de estas nuevas tasas, porque consideran la relación con México como estratégica y, básicamente, no quieren que esto se salga de control.
China ya investigaba a México y ahora vigilará cada paso
Algo importante es que China ya tenía abierta, desde septiembre de 2025, una investigación por posibles barreras al comercio e inversión impuestas por México. Y aunque Pekín no dijo abiertamente si los nuevos aranceles cambiarán el rumbo de esa investigación, sí remarcó que va a monitorear todo lo que pase con esta reforma.
Dentro de lo intenso del reclamo, China reconoció que sectores como autopartes, textiles e industria ligera recibieron tasas más bajas que las propuestas originalmente. Aun así, el mensaje fue claro: esto podría elevar tensiones en un momento global complicado y justo cuando México se está preparando para la revisión del T-MEC en 2026, donde la postura dura del presidente estadounidense Donald Trump podría complicar aún más el panorama.
México se defiende: asegura que es una medida para equilibrar la economía
Del lado mexicano, la postura es firme: el país asegura que estos aranceles buscan proteger sectores estratégicos, evitar distorsiones económicas y preparar el terreno para la llegada de inversiones vinculadas a la relocalización industrial. Los productos afectados representan casi 52 mil millones de dólares en importaciones, o sea, 8.6% del total nacional, y según el Gobierno se está cuidando a más de 320 mil empleos que hoy están en riesgo por la competencia desleal.
Aun con la molestia china, Pekín aclaró que sigue considerando la relación con México como muy importante y que está dispuesto a mantener el diálogo con el gobierno de Claudia Sheinbaum para evitar que esto escale.













