Por: Cortesía

Internacional

Narco que enseñó a 'El Pozolero' a disolver cuerpos pide compasión en Corte de EU

Uno de los narcos más sanguinarios del cártel de los Arellano Félix, Efraín Pérez, está pidiendo compasión en una corte de Estados Unidos para lograr una liberación anticipada. Él fue quien implementó el “método del pozole”, una técnica que utilizaron para disolver cuerpos en sosa cáustica y que no ha permitido la identificación de cientos de personas en México.

Documentos a los que tuvo acceso MILENIO en la Corte del Distrito Sur de California, revelan que desde el 26 de junio de este año el narcotraficante ha pedido su liberación tras haber cumplido 11 de los 25 años a los que fue sentenciado.

La Fiscalía de Estados Unidos ha respondido inmediatamente solicitando al juez que se le niegue este beneficio: en un documento de 53 hojas argumentan que este narcotraficante sirvió al cártel en los más altos rangos durante más de dos décadas, donde no sólo coordinó los envíos de drogas, si no que asesinó a personal policial y militar que no cooperaba con ellos.

Los delitos de Efraín Pérez van más allá. Según una averiguación previa radicada en la FGR, es el hombre detrás de Santiago Meza López conocido como “El Pozolero”, quien durante años disolvió más de 300 cuerpos en sosa cáustica para los cárteles de la drogas.

Según el propio 'Pozolero' fue “El Efra” quien le dio este trabajo y le enseñó este método que ha sido replicado por todos los cárteles de la droga en el país y que no ha permitido la identificación de cientos de cuerpos de personas que aún se encuentran como desaparecidos.

El origen del mal

La historia de Santiago Meza López rápidamente se replicó en medios de todo el mundo: un hombre de cuerpo robusto, muy bajo, golpeado de la cara, lloraba y confesaba ante las cámaras que había disuelto a más de 300 personas. Le pagaban 600 dólares a la semana por “echarlos en un tambo y se desintegraban”.

Lo hizo en un lugar llamado La Gallera, en donde incluso instalaron un sistema pluvial para que los restos de las personas llegaran directamente al sistema de alcantarillas de la ciudad de Tijuana, Baja California. Para el año 2009, cuando fue detenido, esta frontera era uno de los lugares más violentos de México.

La atención se centró en Meza López por la crudeza de sus declaraciones, pero un nombre pasó desapercibido: el de Efraín Pérez, el narcotraficante que hoy pide clemencia. De hecho, en la averiguación con terminación TIJ/217/09 y en la terminación 032/2009 de la entonces PGR, se revelan detalles del papel que jugó el narcotraficante sentenciado en Estados Unidos.

El 23 de enero del año 2009, Meza López reveló que el primer cártel para el que trabajó fue para el de los Arellano Félix donde primero cuidaba las “oficinas”, las bodegas donde se almacenaba drogas, y después fue enseñado por "El Efra" a 'pozolear'.

Reveló que fue cerca de 1996 cuando empezó a hacer pozole para los Arellano Félix:

“A los cinco años de haber llegado a la organización, un día me llamó Efraín Pérez para que yo viera un experimento, entonces ellos llevaban sosa granulada y una cubeta, entonces le echaron la cubeta de agua como a la mitad y le echaron 4 kilos de sosa. Como me estaban explicando me pidieron que moviera la sosa en el agua para desbaratarla y cuando empezó a humear le echaron una pierna de res que llevaron. Se deshacía la carne”.

Relata que unos 6 meses después lo mandó llamar Efraín y le dijo “chapito vamos a experimentar ahora sí con carne humana”. Después el narcotraficante incluso le daría un rancho para hacer “el trabajo”; “terminábamos de pozolear y nos íbamos”, relata.

Años después, Meza López se cambiaría de cártel y comenzaría a trabajar para Sinaloa disolviendo cuerpos; tiempo después, Efraín Pérez sería extraditado y sentenciado en Estados Unidos por sus actividades relacionadas con el tráfico de drogas.

Pide una reducción

Efraín "El Efra" Pérez Arciniega fue sentenciado en el año 2010 a pasar 25 años en prisión, incluso una sentencia más alta que la de Benjamín Arellano Félix, líder y fundador del cártel que lleva su nombre.

El pasado 26 de junio pidió compasión tras pasar una década en una prisión y solicitó una reducción en su sentencia a lo que rápidamente la Fiscalía federal contestó solicitando al juez que se le niegue cualquier beneficio, incluso suponiendo que Efraín Pérez “tuviera razones extraordinarias y convincentes”.

Recordaron que durante dos décadas sobornó al personal militar y de las fuerzas del orden en México, mandó asesinar a informantes o posibles testigos entre los que se encontraban incluso militares y policías.

Aunque de hecho el gobierno de Estados Unidos también reconoce que derivado de sus investigaciones encontraron que Efraín Pérez participó en un operativo para deshacerse de los cuerpos de tres fiscales mexicanos que fueron asesinados por miembros del cártel Arellano Félix.

Según la Fiscalía de California, Efraín Pérez confesó que su labor fue “dispersar” las partes de los cuerpos después de los asesinatos. "El Efra" también admitió haber disuelto en ácido otros cuerpos.

Entre los argumentos del narcotraficante para obtener su liberación se encuentran que cuando fue sentenciado llegó a un acuerdo de cooperación con el gobierno de Estados Unidos para revelar las actividades del cartel de los Arellano Félix.

Sin embargo, la Fiscalía de California hoy revela que fue gracias a su cooperación que de hecho obtuvo una sentencia reducida, ya que se le perdonaron cinco años a pesar de que sus actos fueron “brutales”.

El fiscal federal Randy S Grossman ha pedido que se niegue una liberación anticipada a Pérez ya que sus delitos son increíblemente graves: Pérez no era un mensajero, sino un “lanzador de disparos”.

La Corte tendrá que responder en las próximas semanas y decidir si otorga la libertad anticipada al narcotraficante que diseñó el método del 'Pozole', como le llamaron.

Mientras tanto, Santiago Meza López también espera respuesta, y es que tras 12 años en el limbo, Santiago Meza López “El Pozolero” reactivó su caso, luego de que el gobierno federal decidiera cambiarlo a una prisión federal en Coahuila, en el norte de México.

El pasado mes de julio tramitó un amparo para lograr su traslado del Centro Penitenciario Federal Núm. 18, al que fue recientemente trasladado luego de haber pasado tras las rejas de Almoloya de Juárez más de una década.