Las reuniones entre las delegaciones rusa y ucrania celebradas este martes en Estambul han concluido sin avances inmediatos pero con un cambio de tono hacia un posible acuerdo. El equipo de negociación ucranio del Gobierno de Volodímir Zelenski ha manifestado que Ucrania sellaría su neutralidad y, por tanto, renuncia a entrar en la OTAN, como exige el presidente Vladímir Putin, siempre que Kiev cuente con garantías de seguridad en sus territorios ofrecidas por terceros países (excepto en Crimea y Donbás).
Por primera vez, el Gobierno de Kiev ha hablado también de negociar el estado de Crimea —que Moscú se anexionó con un referéndum ilegal en 2014— aunque dentro de 15 años. La mesa de diálogo de Moscú ha allanado también el camino para una reunión entre Zelenski y Putin. Al término de cuatro horas de encuentro que la parte rusa ha considerado “constructivo”, el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, ha anunciado que, para avanzar en el diálogo y “aumentar la confianza mutua”, Moscú ha decidido “reducir drásticamente las operaciones militares” en las áreas de Kiev y Chernihiv. Oficiales de Kiev han tomado con escepticismo el anuncio.
La propuesta del equipo de enviados de Ucrania tendrá que ser ahora valorada por los delegados rusos. Los negociadores enviados por Kiev, liderados por David Arajamia, presidente del grupo mayoritario del Parlamento ucraniano, han presentado una propuesta de acuerdo en la que, a cambio de su “neutralidad” militar ―que incluye la renuncia a ingresar en la OTAN, al establecimiento de bases militares extranjeras en su territorio y al desarrollo de armas nucleares―, exige un tratado de garantías. Este tratado, que debería certificarse en los Parlamentos y una cumbre internacional, implicaría la designación de una decena de países garantes, los cinco del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Turquía, Alemania, Canadá, Israel o Polonia, que, en caso de agresión al territorio ucranio tendrían la obligación de enviar armas y material de defensa en una versión adaptada sin tropas del artículo 5 de la carta de la OTAN.
Quedaría fuera de esta protección la península de Crimea y el área del Donbás, que Moscú controla a través de los separatistas prorrusos. Ucrania ha dejado claro que sigue considerando sus fronteras internacionalmente reconocidas, es decir con Donbás y Crimea, y que se compromete a no tratar de recuperar las partes controladas por Rusia por la fuerza.
La reunión se inició a las 9.30, hora local (una hora menos en la España peninsular), con la recepción por parte del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que instó a ambas delegaciones a estar a la altura de su “misión histórica” y a lograr “una paz justa” para ambas partes. Después de un encuentro de hora y media entre los jefes de delegación ruso y ucranio, los equipos negociadores al completo (entre los que hay representantes gubernamentales, parlamentarios y militares) se reunieron durante cerca de tres horas más, con pausas entre medias. Está previsto que las negociaciones se prolonguen mañana miércoles, según ha informado el Gobierno turco.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó antes de las negociaciones a los representantes de Kiev y Moscú a actuar con “responsabilidad” y pactar un alto el fuego. “Con un sentido de responsabilidad estoy seguro de que se pueden alcanzar un alto el fuego permanente”, dijo Erdogan en un discurso dirigido a los delegados de ambas partes en la Oficina Presidencial del Palacio de Dolmabahçe de Estambul, según recoge la agencia Efe. El mandatario expresó asimismo su confianza en que la reunión de hoy y mañana abra el camino para un encuentro a nivel de jefes de Gobierno. “Creemos que no hay perdedores de una paz justa y equitativa. La continuación de la guerra no es del agrado de ninguna de las partes y un alto el fuego inmediato beneficiaría a todos”, subrayó el mandatario turco en su alocución televisada.
Aludiendo implícitamente a los combates diarios desde que el 24 de febrero las tropas rusas invadieran Ucrania, Erdogan consideró que llegó la hora de que el fuego cese “tan pronto como sea posible”. “Todo el mundo está esperando las buenas noticias de ustedes”, insistió tras recordar los esfuerzos suyos y de su Gobierno para mediar entre las partes con el fin de lograr una solución que ponga fin a los combates.
Hasta ahora, las dos partes se reunieron de forma presencial en tres ocasiones en territorio bielorruso, mientras el día 10 se reunieron sin éxito en Antalya los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Serguéi Lavrov y Dmitro Kuleba, respectivamente. Desde entonces las negociaciones se han sucedido prácticamente a diario en formato de videoconferencia a nivel de las dos delegaciones y de grupos de trabajo.
Los puntos más alejados en la negociación entre los dos equipos serían el estatus de Crimea, que Moscú exige ver reconocida como parte de su territorio, y de Donbás, que el Kremlin pretende que alcance la independencia de Ucrania o sea anexionado a Rusia. Con todo, el jefe de la diplomacia ucrania rebajó las expectativas y dijo que, en los puntos mencionados por Erdogan, “no se ha logrado el consenso” con Rusia.
“Garantías de seguridad y neutralidad, estatus no nuclear para nuestro país. Estamos listos para ello”, había dicho Zelenski en una entrevista con varios medios independientes rusos como Meduza o Kommersant emitida este domingo. También aseguró que está dispuesto a un “compromiso” sobre Donbás, la región parcialmente controlada por rebeldes prorrusos desde 2014 y que ahora Moscú ha convertido en objetivo principal de la invasión.
“Entiendo que es imposible forzar a Rusia a liberar el territorio completamente, eso llevaría a la tercera guerra mundial. Por eso digo: es un compromiso. Regresen a [las posiciones] en las que comenzó y nosotros trataremos de resolver el tema de Donbás, el difícil tema de Donbás”, afirmó el líder ucranio: “Quiero terminar esta guerra. No quiero tener cientos de miles de muertos. Así que no me planteo atacar por la fuerza ni en Donbás ni en Crimea. Porque entiendo que muchos miles de los nuestros morirían”.
El cambio de sede de las negociaciones por Turquía, algo que había buscado la parte ucrania dada la implicación cada vez mayor de Bielorrusia en la campaña bélica rusa, se decidió durante el fin de semana tras varias gestiones turcas. Erdogan telefoneó el viernes a Zelenski, y posteriormente certificó que se habían producido “avances” en las posiciones negociadores. El domingo, habló por teléfono con el líder ruso, Vladímir Putin, al que convenció de trasladar las negociaciones a Estambul.
Turquía, pese a ser uno de los miembros más antiguos de la OTAN, es el único país de la Alianza que no ha secundado las sanciones contra Rusia. “No podemos romper los puentes con Moscú, de otra forma, ¿quién hablará con ellos? Nosotros hemos decidido mantener abiertos los canales”, dijo el lunes el portavoz presidencial turco, a la vez que explicó que su país está en permanente contacto con sus socios atlánticos para informarles del avance de la mediación entre Ucrania y Rusia.