El resultado, que da el aparente triunfo a Nicolás Maduro, ha sido objeto de críticas por parte de algunos líderes latinoamericanos, quienes han solicitado un recuento de votos.
El aparente triunfo de Nicolás Maduro en su tercera reelección presidencial en Venezuela ha generado descontento en varios países del continente americano.
Maduro, quien ha sido reelegido de manera consecutiva, ha obtenido hasta ahora el 51.20% de los votos, lo que equivale a 5,150,092 sufragios, en comparación con el 44.2% de Edmundo González, candidato de la oposición, según el reporte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El resultado, que reafirma la línea política de su antecesor Hugo Chávez, fallecido en 2013, ha sido objeto de críticas por parte de algunos líderes latinoamericanos, quienes han solicitado un recuento de votos.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó que su gobierno no reconoce la victoria de Maduro, que le otorgaría otros seis años en el poder, y demandó transparencia en las actas y en el proceso de conteo.
Boric señaló: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados publicados son difíciles de creer. La comunidad internacional y el pueblo venezolano, incluidos los millones de venezolanos en el exilio, exigen total transparencia en las actas y el proceso, con observadores internacionales no comprometidos con el gobierno que verifiquen la veracidad de los resultados. Desde Chile, no aceptaremos ningún resultado que no sea verificable.”
Por su parte los cancilleres de Perú y Chile, Javier González-Olaechea y Alberto Van Klaveren, respectivamente, también condenaron los resultados. Van Klaveren sugirió esperar las opiniones de los observadores internacionales, aunque algunos decidieron retirarse antes de la elección.
Así mismo, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, demandó un "conteo total de los votos, su verificación y auditoría independiente" para aclarar cualquier duda sobre los resultados.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, solicitó a Venezuela garantizar una “total transparencia del proceso electoral, incluyendo un conteo detallado de los votos y acceso a las actas de votación”.
El ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, exigió que Venezuela garantice una “total transparencia” en el conteo de votos, la “publicación de las actas mesa por mesa” y que se mantenga la calma y el civismo.
El presidente costarricense, Rodrigo Chaves, rechazó “categóricamente” la proclamación de Maduro como presidente, considerando el proceso como “fraudulento” en un mensaje publicado en X.
Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, sostuvo que “no se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para alcanzarlo”, agregando que “era un secreto a voces” que ganarían a pesar de los resultados reales.
El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, expresó a través de la red social X que Venezuela merece “resultados transparentes, certeros y apegados a la voluntad de su pueblo” y admitió haber recibido los resultados con “muchas dudas”.
De igual manera el canciller italiano, Antonio Tajani, manifestó sus “dudas sobre el desarrollo regular de las elecciones en Venezuela” y exigió “resultados verificables”.
El ministerio de Exteriores del Reino Unido mostró preocupación por las acusaciones de “graves irregularidades” y pidió la “publicación rápida y transparente de los resultados completos y detallados”.
Por último, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, exigió un recuento “justo y transparente” de los votos. “Ahora que concluyó la votación, es crucial que cada voto sea contado de manera justa y transparente. Instamos a las autoridades electorales a publicar el recuento detallado de votos (actas) para asegurar la transparencia y rendición de cuentas”, indicó Blinken.