El ejército israelí solicitó la evacuación de más de un millón de personas que habitan al norte de Gaza en un plazo de 24 horas, antes de una ofensiva terrestre contra Hamás, que el pasado sábado 7 de octubre realizó su operación "Tormenta Al-Aqsa”, un asalto por tierra y aire, que inició con el lanzamiento de más de cinco mil cohetes con la finalidad de destruir posiciones enemigas, aeropuertos y bases militares en diferentes puntos de Israel.
Lo anterior, en respuesta al bloqueo de Gaza durante 16 años, la ocupación israelí y una serie de incidentes recientes que han incrementado las tensiones entre ambas partes. Este viernes, Hamás advirtió que seguirá luchando y realizó un llamado a ciudadanos en la franja —territorio bajo su control— para que permanezcan quietos.
En una orden de evacuación lanzada la mañana de este viernes, el ejército israelí realizó una alerta a cientos de miles de palestinos para que evacúen al sur de Gaza "por su propia seguridad". Un portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) había recibido otra directiva del ejército la noche del pasado jueves, en la que se establecía un plazo de 24 horas para la huida de más de un millón de civiles del norte de Gaza.
Hamas, que gobierna la franja desde 2007, desechó las órdenes y solicitó a los palestinos que “se queden en sus hogares y se mantengan firmes ante esta repugnante guerra psicológica emprendida por la ocupación”, de acuerdo con un comunicado de su departamento para asuntos de refugiados. Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, calificó como "imposible" evacuar a toda la población del enclave palestino; además, advirtió "consecuencias humanitarias devastadoras".