El Bayesian, un superyate de 56 metros de eslora con bandera británica, estaba anclado frente al puerto de Porticello cuando fue golpeado por una tormenta severa antes del amanecer.
Este martes, los buzos reanudaron las operaciones de búsqueda en Sicilia tras el naufragio del yate de lujo Bayesian, ocurrido el lunes. A pesar de haber accedido a la embarcación hundida, la profundidad y los obstáculos en el área están dificultando la localización de las seis personas que siguen desaparecidas.
El Bayesian, un superyate de 56 metros de eslora con bandera británica, estaba anclado frente al puerto de Porticello cuando fue golpeado por una tormenta severa antes del amanecer. De las 22 personas a bordo, quince lograron escapar antes de que el yate volcara, y el cuerpo de una persona fallecida fue recuperado rápidamente.
Entre los desaparecidos se encuentran figuras prominentes como Jonathan Bloomer, presidente de Morgan Stanley International, y el empresario tecnológico británico Mike Lynch.
También están desaparecidos la hija de Lynch, Hannah Lynch, de 18 años; Judy, esposa de Bloomer; y Chris Morvillo, abogado de Clifford Chance, junto a su esposa Neda Morvillo. Cuatro de los pasajeros desaparecidos son británicos y dos estadounidenses.
Karsten Borner, patrón de una embarcación amarrada cerca del Bayesian, reportó que el yate volcó y se hundió en menos de dos minutos tras la tormenta, dejando a los ocupantes bajo cubierta con poco tiempo para escapar.
Este naufragio subraya un creciente peligro en el Mediterráneo, que se está convirtiendo en un mar cada vez más arriesgado para la navegación, según expertos en clima y navegantes.
El calentamiento global está intensificando la frecuencia de tormentas violentas e inesperadas en la región, frecuentada por turistas y ricos en superyates.
Luca Mercalli, presidente de la Sociedad Meteorológica de Italia, indicó que la temperatura del mar alrededor de Sicilia antes del naufragio era de aproximadamente 30 grados Celsius, casi tres grados por encima de lo normal, generando una fuente de energía que intensifica estas tormentas.
La semana pasada, una tormenta similar afectó el archipiélago balear, incluyendo las islas de Ibiza y Mallorca, dejando varios yates varados en tierra.