El presidente de Estado Unidos, Joe Biden, subrayó este viernes la política de ‘puertas abiertas’ de la OTAN, así como el derecho de Finlandia y Suecia a decidir sobre su hipotética entrada en la Alianza, rompiendo así su histórica neutralidad, achacándolo a los supuestos peligros que llegan desde Rusia tras su invasión de Ucrania.
Biden ha conversado por teléfono este viernes con su homólogo finlandés, Sauli Niinisto; y con la primera ministra sueca, Magdalena Andersson “para analizar la estrecha cooperación en defensa y seguridad” que mantienen sus respectivos países, según una nota ofrecida por los servicios de prensa de la Casa Blanca.
En la conversación también se ha tocado los esfuerzos que los tres países han estado llevando a cabo para “fortalecer la seguridad transatlántica”, así como “la estrecha asociación (...) en una variedad de temas globales, en base a los valores e intereses que comparten.
El principal motivo de esta llamadas responde al interés de Washington de enfatizar una vez más en la política de ‘puertas abiertas’ de la OTAN y en el derecho de Finlandia y Suecia a decidir su propio futuro en asuntos de política exterior y materia de seguridad.
En ese sentido, los tres han reiterado su compromiso con la continua coordinación para apoyar a Ucrania y a sus ciudadanos afectados por una guerra que está cerca de cumplir tres meses desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara el 24 de febrero que el primero de los tanques había cruzado la frontera.
El jueves la Casa Blanca se había expresado en el mismo sentido a través de su vocera, Jen Psaki, quien afirmó que Estados Unidos apoyaría una solicitud de entrar en la OTAN de Finlandia y Suecia. “Respetaremos cualquier decisión que tomen”, dijo Psaki.
Añadió que ambos países son “aliados estrechos y valiosos en materia de defensa” de Estados Unidos, y que reforzar la Alianza Atlántica es algo que está en el interés de Washington.
“Si deciden unirse a nosotros, es algo que debería dar tranquilidad al pueblo estadounidense respecto a nuestros propios intereses de seguridad”, agregó la portavoz del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Finlandia dio el jueves un paso histórico para su entrada en la OTAN, después de que el presidente Niinistö, y la primera ministra, Sanna Marin, decidieran apoyar la adhesión, después de décadas de “no alineamiento”.
La invasión rusa de Ucrania y las amenazas del Kremlin han provocado un giro en la postura de Finlandia hacia la OTAN, y solo falta que el resto del Gobierno de coalición y el Eduskunta (Parlamento) den su respaldo oficial para formalizar la solicitud de ingreso, algo que podría suceder en los próximos días.
Se espera que Suecia siga los pasos de Finlandia este mismo mes, y si ambos entran en la OTAN, todos los países nórdicos quedarían bajo el paraguas de la Alianza Atlántica, de la que Dinamarca, Noruega e Islandia fueron miembros fundadores.
En marzo, Biden recibió en la Casa Blanca a Niinistö, poco después de que ese país nórdico, fronterizo con Rusia, rompiera su tradicional postura de neutralidad al enviar armamento a Ucrania después de la invasión rusa.
Durante esa reunión, Biden no se refirió expresamente al posible ingreso del país en la Alianza Atlántica, pero sí alabó la estrecha cooperación que Finlandia, al igual que Suecia, mantiene con la OTAN.