Hong Kong registró su mayor descenso anual de población, en parte producto de las estrictas medidas de “COVID cero” y a la represión política que envuelve al centro financiero asiático.
La población total de la ciudad se redujo de 7,41 millones de personas a 7,29 millones, un descenso del 1,6%, según informó el jueves el Departamento de Censos y Estadísticas. Se trata del mayor descenso desde que las autoridades comenzaron a registrar las cifras en 1961.
Las autoridades atribuyen el fenómeno a un descenso “natural”, es decir, más muertes que nacimientos. Pero los expertos creen que las cifras también reflejan un éxodo que se ha acelerado en los últimos años provocado en buena medida por la gran agitación social, que incluyeron protestas antigubernamentales y la pandemia de coronavirus.
Unos 113.200 residentes abandonaron Hong Kong el año pasado, según el departamento, frente a los 89.200 del año anterior, de acuerdo a información de CNN. Las cifras incluyen a los expatriados y a otros residentes no permanentes.
Desde el comienzo de la pandemia, los expertos advirtieron que las severas medidas contra el COVID-19 ahuyentarían a los residentes, viajeros y expatriados.
De hecho, cuando el mundo comenzó a reabrir sus fronteras, durante meses Hong Kong siguió cerrada, suspendiendo rutas aéreas e imponiendo cuarentenas obligatorias y medidas de distanciamiento social.
“Más de dos años y medio de restricciones de COVID-19 se están cobrando un alto precio en los negocios y la economía”, protestó la Cámara General de Comercio de Hong Kong en un comunicado este mes, según CNN.
El director general del grupo, George Leung, añadió que el cierre de las fronteras de Hong Kong estaba “ahogando cualquier perspectiva de recuperación económica” e instó a las autoridades a presentar un “calendario concreto para reabrir Hong Kong”.
Las autoridades reconocieron el impacto de sus políticas, afirmando que las restricciones a los vuelos -como la exigencia de que todos los que lleguen estén vacunados, den negativo en las pruebas de COVID y paguen la cuarentena en un hotel a su llegada- “habían interrumpido la afluencia de población”.
Al respecto, esta semana Hong Kong anunció que reducirá su cuarentena obligatoria en hoteles para viajeros internacionales de una semana a tres días, en un relajamiento de las duras restricciones que han afectado los vuelos.
Junto con las nuevas disposiciones de cuarentena, Hong Kong aplicará un sistema de códigos sanitarios similar al de China continental en una aplicación de seguimiento desarrollada por el gobierno.
Con este sistema, una persona infectada recibirá un código rojo que le impedirá salir del aislamiento.
Los extranjeros que lleguen recibirán un código amarillo y no podrán entrar en lugares como restaurantes, bares, gimnasios y cines durante sus cuatro días de automonitoreo.
Por otro lado, los especialistas creen que otro factor detrás del éxodo es la represión política de Beijing en la ciudad. Tras las protestas prodemocráticas y antigubernamentales de Hong Kong en 2019, el régimen de Xi Jinping impuso una amplia ley de seguridad nacional, en la que se ha eliminado prácticamente la oposición formal. Las autoridades allanaron y cerraron medios de comunicación, arrestaron activistas, destituyeron políticos y aumentaron la censura tanto en Internet como en las publicaciones impresas, así como modificaron los planes de estudio.