Por: Cortesía

Internacional

Rusia y Ucrania negociaron un borrador de 15 puntos para llegar a la paz, pero siguieron los bombardeos

Rusia y Ucrania negociaban ayer un acuerdo de 15 puntos, en medio de una ofensiva rusa que no cede y que tuvo su punto más dramático en el ataque contra un teatro en Mariupol donde vivían más de mil refugiados.

Mientras el presidente Volodimir Zelensky apelaba al Congreso de Estados Unidos, evocando el famoso discurso “Yo tengo un sueño”, de Martin Luther King, y pidiendo más ayuda a su par estadounidense Joe Biden, que respondió con un “regalo” de 800 millones de dólares en armas, un ataque aéreo dejaba el teatro de Mariupol convertido en escombros.

En un comunicado, el Ministerio ucraniano de Asuntos Exteriores advertía, sin dar cifras o detalles de muertos o heridos, que muchas personas quedaron atrapadas bajo los escombros. Imágenes satelitales del lunes mostraban la palabra “niños” escrita en grandes letras blancas en ruso delante y detrás del edificio, dijo la empresa de tecnología espacial Maxar.

“Otro horrendo crimen de guerra en Mariupol”, tuiteó el canciller Dmytro Kuleba, que calificó el bombardeo de “ataque masivo ruso”. El Ministerio de Defensa ruso negó haber bombardeado el teatro o cualquier otro lugar de Mariupol ayer.

En Chernigov, 10 personas fallecieron mientras hacían fila para comprar pan.

Las negociaciones bilaterales siguen. Mikhail Podolyak, asesor de Zelensky, señaló que aunque hay aún muchas dificultades, “se avecina un acuerdo”. Ucrania ya no aspira al proceso de integración en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), uno de los principales reclamos rusos y elemento clave de los 15 puntos que se negocian.

En vez de ello, Podolyak dijo que su país espera formar algún tipo de alianza con cinco o siete naciones que estarían “legalmente obligadas a salvaguardar la seguridad de Ucrania”.

El plan de 15 puntos, revelado por el diario británico Financial Times, garantizaría un alto el fuego y la retirada de las tropas rusas siempre que Kiev se comprometa a la neutralidad. Además de renunciar a su intención de unirse a la OTAN, Ucrania tendría que evitar acoger bases militares extranjeras.

Zelensky mantiene la presión diplomática. A través de una transmisión de video, evocó a una de las figuras más representativas de EU: Luther King. Como él, el ucraniano dijo tener “un sueño”. Antes de proyectar un emotivo video de su país bombardeado, dijo: “Tengo una necesidad, la de proteger nuestro cielo. Necesito de su ayuda. ¿Es mucho pedir crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para salvar a la gente?”. También recordó el ataque de Japón contra Pearl Harbor que llevó a Estados Unidos a intervenir en la Segunda Guerra Mundial y advirtió que Ucrania vive cada día su propio Pearl Harbor.

“Tengo casi 45 años; mi edad se detuvo cuando los corazones de más de 100 niños dejaron de latir”, insistió, aludiendo a los menores que han fallecido desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero. Sus palabras fueron recibidas con una ovación de pie.

En un mensaje a Biden, Zelensky dijo que ser líder del mundo libre significa también ser “líder de la paz”.

Biden respondió con un anunció de ayuda militar masiva para Ucrania, que se suma a 200 millones prometidos inicialmente, aunque sin acceder a la petición de establecer la zona de exclusión aérea. El mandatario de EU, que suele tener problemas por sus exabruptos, espetó a pregunta de una periodista: “Creo que Putin es un criminal de guerra”. De inmediato, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, calificó la retórica de Biden de “inaceptable e imperdonable”. Putin, ajeno al debate, estaba concentrado en la operación militar, que calificó de “un éxito”.