Moderna solicitó la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para una segunda dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 para todas las personas adultas, con lo que abarca a muchas más personas que la solicitud anterior de Pfizer y BioNTech para una autorización de uso de emergencia en mayores de 65 años.
La solicitud se presenta en medio de un acalorado debate sobre cuánto tiempo protegen del contagio las vacunas y si es necesaria la administración de reiteradas dosis para prevenir cuadros graves de la enfermedad y la muerte. Varios países, como Israel, han comenzado a administrar una cuarta dosis a adultos, y hay datos que muestran que la producción de anticuerpos que combaten la infección se ha quintuplicado.
La autorización de una nueva dosis para todos los adultos brindaría “flexibilidad” a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EU para que decida cuál sería el uso apropiado de una cuarta dosis, indicó Moderna en un comunicado. El acceso generalizado también permitiría a los servicios de salud determinar de forma individual quién podría beneficiarse de una segunda dosis de refuerzo.
El caos en las aplicaciones de dosis de refuerzo podría generar un debate desordenado y confuso sobre quién necesita una nueva dosis y por qué. Tanto Moderna como Pfizer están probando además una dosis de refuerzo específica de la variante ómicron, cuyos datos podrían conocerse dentro de semanas o meses, lo que genera la posibilidad de que las compañías puedan buscar la autorización regulatoria para una vacuna específica contra ómicron poco después de las aplicaciones actuales de la cuarta dosis.
Moderna no entró en detalles sobre qué información se incluyó en su solicitud, además de decir que se basó en parte en datos recientes de EU e Israel sobre la variante ómicron.
Pfizer solicitó la autorización de una segunda dosis de refuerzo para personas mayores con el objetivo de proteger a los más vulnerables a medida que disminuye la inmunidad que brindan las tres primeras dosis. También señaló que basó su solicitud en datos de Israel que concluían que administrar una cuarta dosis a personas adultas mayores en el punto álgido de la ola de ómicron ayudó a prevenir contagios y casos graves.