Apenas cuatro días después del gran sismo, un nuevo temblor de magnitud 5 golpeó nuevamente cerca de Mandalay, uno de los lugares más dañados por el terremoto.
Asia.- El régimen militar de Myanmar, que controla el país tras el golpe de Estado de 2021, ha actualizado las cifras del devastador terremoto de magnitud 7.7 ocurrido el pasado viernes en el centro-norte del país. Según el portavoz Zaw Min Tun, las víctimas mortales ascienden a 2,719 y los heridos a 4,521.
El Gobierno de Unidad Nacional (NUG), formado por opositores a la junta, estimó que alrededor de 8.5 millones de personas se han visto directamente afectadas por el desastre, resaltando la magnitud de la crisis humanitaria en el país.
Apenas cuatro días después del gran sismo, un nuevo temblor de magnitud 5 golpeó nuevamente cerca de Mandalay, uno de los lugares más dañados por el terremoto. El Servicio Geológico de EE. UU. informó que el epicentro se ubicó en la región de Sagaing, a unos 15 kilómetros al noroeste de la ciudad.
Las operaciones de rescate continúan, pero las limitaciones logísticas y el conflicto armado entre el ejército y grupos étnicos complican la situación. Organizaciones como Médicos sin Fronteras (MSF) y agencias de la ONU han advertido sobre la falta de agua potable, lo que aumenta el riesgo de enfermedades entre los afectados. Miles de personas siguen durmiendo a la intemperie, mientras los cadáveres permanecen en las calles.
El terremoto también afectó a Tailandia, donde 20 personas han muerto y 70 siguen desaparecidas bajo los escombros de un rascacielos de 30 plantas que colapsó en Bangkok. El gobernador de la capital, Chadchart Sittipunt, aseguró que la búsqueda continuará a pesar de la falta de señales de vida en el lugar.
Con la operación de rescate en su cuarto día, las posibilidades de hallar personas con vida son mínimas, aunque los equipos de rescate internacionales siguen trabajando sin descanso.
El sismo ha tenido un impacto devastador tanto en Myanmar como en Tailandia. Mientras las operaciones de rescate y ayuda internacional siguen siendo una prioridad, las autoridades de ambos países enfrentan enormes desafíos logísticos y sanitarios para atender a los afectados. La cooperación internacional sigue siendo crucial para mitigar el sufrimiento y brindar la asistencia necesaria a las víctimas del desastre.