Por: Cortesía

Internacional

Texas ofrece 500 hectáreas para centro de detención y deportaciones masivas

El lote, ubicado en el condado Starr, a lo largo del río Grande, fue adquirido recientemente con el propósito de reforzar la seguridad fronteriza y construir más tramos de muro.

Texas, USA.- El estado de Texas propuso al gobierno federal de Estados Unidos un terreno de 567 hectáreas cerca de la frontera con México para construir un centro de detención de migrantes indocumentados, como parte del plan de deportaciones masivas del presidente electo, Donald Trump.

La Oficina General de Tierras de Texas manifestó en una carta su disposición a colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para desarrollar instalaciones que permitan "procesar, detener y coordinar" las deportaciones. El lote, ubicado en el condado Starr, a lo largo del río Grande, fue adquirido recientemente con el propósito de reforzar la seguridad fronteriza y construir más tramos de muro.

Impacto en la producción agrícola

Actualmente, el terreno es utilizado como una granja de cultivos que produce cebollas, canola, girasoles, maíz, algodón y soya. Sin embargo, no se ha aclarado qué sucederá con esta actividad agrícola si se destina al proyecto migratorio.

Funcionarios de la próxima administración ya evalúan ubicaciones y negocian con empresas privadas del sector penitenciario para ampliar la capacidad de detención migratoria.

Donald Trump prometió la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos, dirigida contra los 11 millones de migrantes sin estatus legal que residen en el país.

Nueva caravana migrante

Mientras tanto, miles de migrantes, en su mayoría de Venezuela, Colombia y Centroamérica, partieron desde el sur de México con la meta de cruzar la frontera antes de la investidura de Trump, programada para el 20 de enero. Según el vocero Douglas Bryan Velázquez, unas 5 mil personas avanzan hacia Huehuetán, Chiapas, como punto de descanso inicial.

La propuesta de Texas y la movilización de caravanas migrantes evidencian la creciente tensión en torno a las políticas de migración en la frontera sur de Estados Unidos, un tema que dominará los primeros días de la nueva administración.