Una tormenta sin precedentes golpeó la ciudad de Nueva York este jueves, dejando dos personas muertas y múltiples afectaciones. El alcalde Eric Adams confirmó que el fenómeno rompió récords de precipitación para el 30 de octubre, al caer en solo 10 minutos lo que se esperaba en varias horas.
Según datos oficiales, Central Park registró 1.85 pulgadas (4.7 cm) de lluvia, mientras que en los aeropuertos LaGuardia y Newark se acumularon 2.09 y 1.99 pulgadas, respectivamente.
Calles inundadas y autos varados
Las lluvias torrenciales provocaron anegamientos severos en avenidas principales, túneles y pasos a desnivel. Varios vehículos quedaron atrapados bajo el agua, complicando el tránsito en diferentes distritos. Las autoridades de Nueva York y Nueva Jersey exhortaron a los ciudadanos a evitar desplazamientos innecesarios ante el riesgo de inundaciones repentinas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió alertas por inundaciones costeras para zonas del Bronx, Brooklyn y Queens, donde los fuertes vientos y las mareas altas agravaron la situación.
Caos en aeropuertos y vuelos retrasados
Los aeropuertos John F. Kennedy, LaGuardia y Newark enfrentaron demoras y cancelaciones debido a la combinación de lluvia intensa y ajustes operativos. Las autoridades aeroportuarias pidieron a los pasajeros verificar el estatus de sus vuelos y considerar tiempos adicionales de traslado y seguridad.
Ciudad en emergencia y daños urbanos
Aunque el gobierno local descartó una amenaza inmediata para la población, se reportaron encharcamientos en sótanos y estaciones del metro, además de daños en la infraestructura urbana. Equipos municipales trabajaron en el desbloqueo de drenajes y rescate de vehículos varados, mientras se evaluaban los efectos en viviendas y comercios.
Los sistemas de alcantarillado operaron al límite de su capacidad, activando protocolos de emergencia ante el volumen inusual de agua.
Persisten los riesgos y alertas meteorológicas
Los meteorólogos advirtieron que, aunque el núcleo de la tormenta ya se desplazó, persisten lluvias residuales y mareas altas que podrían generar nuevas inundaciones costeras.
Las autoridades instaron a la población a mantenerse informada, evitar actividades al aire libre y seguir las actualizaciones oficiales del NWS hasta que se confirme el fin de las condiciones adversas.
Nueva York, una vez más, enfrenta los estragos del cambio climático y la vulnerabilidad urbana, recordando que incluso una ciudad icónica puede verse paralizada por la fuerza de la naturaleza.










