El panorama en Hong Kong sigue siendo devastador después del voraz incendio que arrasó el complejo residencial Wang Fuk Court, en la zona norte de Tai Po.
Lo que empezó como un reporte de emergencia a finales de noviembre de 2025 terminó convirtiéndose en uno de los siniestros más graves en décadas para la región. Las autoridades confirmaron que el número de muertos subió a 160, una cifra que ha cimbrado internacionalmente.
Pero la tragedia aún no termina: seis personas siguen desaparecidas, y los equipos de rescate continúan trabajando entre estructuras debilitadas y zonas catalogadas como de alto riesgo. En redes sociales circularon videos y fotos que mostraban cómo enormes columnas de humo cubrieron los edificios mientras partes del andamiaje colapsaban por la intensidad de las llamas. La escena, según testigos, parecía sacada de una película, pero con un impacto brutalmente real.
Cómo se propagó el fuego y por qué fue tan letal
Las investigaciones preliminares apuntan a una combinación de factores que terminaron amplificando el desastre. Las autoridades explicaron que el fuego se extendió a una velocidad impresionante por las mallas plásticas instaladas en los andamios de bambú, materiales que no cumplían normas de resistencia al fuego. Esa falla permitió que las llamas subieran y bajaran por las torres en cuestión de minutos, atrapando a decenas de residentes sin posibilidad de salida.
El comisionado de policía Joe Chow informó que algunas víctimas fueron contabilizadas doblemente debido a restos fragmentados, y que tras análisis forenses se confirmó que pertenecían a personas distintas, elevando así el conteo final a 160. Hasta ahora, 120 víctimas han sido identificadas gracias a pruebas de ADN y huellas dactilares, un proceso que avanza lento por el estado en que quedaron algunas zonas del complejo.
Búsqueda, responsabilidades y primeras detenciones
Mientras continúa la localización de personas desaparecidas, el gobierno de Hong Kong activó protocolos internacionales para recibir apoyo técnico. Equipos especializados han ingresado a las áreas más inestables para acelerar la búsqueda.
Paralelamente, las autoridades anunciaron la conformación de un comité independiente encabezado por un juez, encargado de investigar no solo el origen del incendio, sino también posibles negligencias que permitieron que materiales no aptos estuvieran en uso durante las remodelaciones.
La crisis ya provocó las primeras acciones legales: 15 personas fueron detenidas, señaladas por homicidio involuntario y otros delitos vinculados con presunta corrupción en los trabajos de construcción. Según las autoridades, el objetivo es llegar al fondo del caso y garantizar que este tipo de fallas no vuelva a poner en riesgo a miles de residentes en la región.













