Nueva York, 18 jun (EFE).- Wall Street sufrió su peor semana desde octubre después de que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) dejara entrever una posible vuelta a la línea dura en política monetaria más rápida de lo esperado, lo que ha sembrado la inquietud por sus repercusiones sobre el crecimiento económico.
El Dow Jones de Industriales retrocedió un 3,5 % en el conjunto de las últimas cinco sesiones; el selectivo S&P 500 un 1,9 % y el índice compuesto Nasdaq un ligero 0,3 %.
Aunque las presiones inflacionistas y los riesgos de una retirada prematura de los estímulos son muy inferiores en Europa, las plazas del Viejo Continente también cerraron con pérdidas acumuladas: Milán, un 1,94 %; Madrid, un 0,89 %; Londres, un 1,63 %; Fráncfort, un 1,56 %; y París, un 0,48 %.
La Fed acaparó toda la atención en Wall Street con la reunión de dos días de su Comité Federal del Mercado Abierto, que concluyó el miércoles y desencadenó un cambio de rumbo desde los récords registrados el lunes hacia las ventas masivas de hoy.
El banco central agitó a los inversores al elevar sus previsiones de aumento de la inflación, adelantar al año 2023 las primeras subidas de los tipos de interés e indicar que ya se ha comenzado a hablar de normalización en la política monetaria.
Las pérdidas se intensificaron este viernes con unas declaraciones al canal CNBC del presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, sobre su inclinación por adelantar las subidas de los tipos a finales de 2022.
"Esperamos un buen año, una buena reapertura. Pero es un año más grande de lo que esperábamos, con más inflación de lo que esperábamos (...). Creo que es natural que hayamos virado un poco hacia la línea dura aquí para contener las presiones inflacionarias", dijo en el programa "Squawk Box".
"El miedo de algunos inversores es que si la Fed endurece su política más pronto de lo esperado para ayudar a enfriar las presiones inflacionistas, esto podría lastrar el futuro crecimiento económico", explicó el analista Keith Lerner, de Truist Advisory Services.
La noticia coincidió con el fenómeno de la "cuádruple hora bruja", cuando tienen lugar los vencimientos trimestrales de opciones y futuros sobre índices y acciones, lo que contribuyó a que se disparara la volatilidad casi un 17 %, según el índice Vix, conocido como el "indicador del miedo".
Entre las consecuencias de las perspectivas de la Fed, el dólar terminó la semana con una revalorización del 2 % frente a una canasta de otras divisas, su mayor salto en más de un año, lo que ha generado una fuerte caída en el precio de refugios como el oro, que se situó en 1.763 dólares el galón.
Asimismo, el mercado de deuda ha experimentado un "aplanamiento" en la curva de rendimientos, con una subida en los intereses de los títulos a corto plazo y una bajada en los de largo plazo, movimientos simultáneos que han sido especialmente perjudiciales para el sector financiero.
El sector financiero y el de los materiales básicos agrupados en el S&P 500 perdieron más del 6 % de su valor en las últimas cinco jornadas, mientras el de la energía y el industrial recortaron un 5 %, alejándose de la buena marcha que disfrutaban por ser los más beneficiados de las reaperturas.
El rendimiento del bono del Tesoro a 2 años subió al 0,258 % y el de 10 años se descolgó hasta el 1,443 % tras el toque de la campana final.
Por su parte, el precio del petróleo ha seguido subiendo y el barril de Texas ha cerrado su cuarta semana al alza con una revalorización del 1 % gracias a las buenas perspectivas de demanda, aunque el encarecimiento de la moneda y el aumento de la inflación han ejercido presión bajista.