Durante la temporada invernal, cuidar la alimentación se vuelve clave para evitar enfermedades respiratorias y mantener el cuerpo fuerte ante los cambios de temperatura.
Especialistas coinciden en que consumir alimentos propios de la temporada es una de las estrategias más efectivas para reforzar el sistema inmunológico, ya que suelen ser más frescos, accesibles y nutritivos.
Entre los alimentos más recomendados destacan naranja, mandarina, guayaba, limón y tejocote, frutas que se encuentran fácilmente en mercados locales durante el invierno. Además de ser económicas, estas opciones aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que ayudan al organismo a defenderse mejor frente a virus y bacterias comunes en esta época del año.
Vitaminas clave para fortalecer el sistema inmunológico
Uno de los mayores beneficios de estas frutas es su alto contenido de vitaminas A y C, nutrientes esenciales para fortalecer las defensas naturales del cuerpo. La vitamina C contribuye a una mejor respuesta inmunológica, mientras que la vitamina A ayuda a proteger las vías respiratorias, que suelen verse afectadas por el frío.
Las personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión u obesidad, así como quienes tienen un sistema inmune comprometido, deben prestar especial atención a su alimentación durante el invierno. En estos casos, una dieta equilibrada puede marcar una gran diferencia, reduciendo el riesgo de complicaciones y ayudando a mantener un mejor estado de salud general.
Cómo mantener una dieta saludable en invierno y en fiestas
Además de incluir frutas y verduras de temporada, es importante mantener una dieta balanceada con proteínas magras, buena hidratación y un consumo moderado de grasas y azúcares. El exceso de estos últimos puede debilitar las defensas y aumentar la probabilidad de enfermar.
Durante las fiestas decembrinas, el reto suele ser mayor por la presencia de platillos abundantes y calóricos. La recomendación es moderar el consumo y optar por opciones más saludables sin dejar de disfrutar las celebraciones. Ejemplos de esto son el pavo horneado, bajo en grasa y rico en proteína, o la ensalada de betabel con naranja y cacahuate, una combinación nutritiva y llena de sabor.
Adoptar estos hábitos alimenticios durante el invierno no solo ayuda a prevenir enfermedades, sino que también contribuye a mantener un mejor bienestar físico durante toda la temporada.
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