La importancia de la salud pulmonar retoma impulso para millones de persona con la pandemia del coronavirus. El COVID-19 se identificó por primera vez a fines del año pasado como un grupo de casos de neumonía.
Desde entonces, los médicos han aprendido que se trata de una enfermedad respiratoria, que afecta especialmente a las vías respiratorias, que incluye los pulmones.
El COVID-19 puede causar una variedad de problemas respiratorios, de leves a críticos. Los adultos mayores y las personas que tienen otras afecciones de salud como enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes pueden tener síntomas más graves, sostiene WebMD.
Cuando el virus entra en su cuerpo, este ingresa a una célula sana y la utiliza para producir nuevas partes de virus. Se multiplica y los nuevos virus infectan las células cercanas.
Piense en su tracto respiratorio como un árbol al revés. El tronco es su tráquea o tráquea. Se divide en ramas cada vez más pequeñas en los pulmones. Al final de cada rama hay pequeños sacos de aire llamados alvéolos. Aquí es donde entra el oxígeno en la sangre y sale el dióxido de carbono.
El nuevo coronavirus puede infectar la parte superior o inferior de su tracto respiratorio. Viaja por tus vías respiratorias. El revestimiento puede irritarse e inflamarse. En algunos casos, la infección puede llegar hasta los alvéolos.
Por ahora, no existe una cura para el coronavirus, por lo que es necesario mantener los pulmones de forma óptima para prevenir infecciones. Aún, si alguien es infectado, los expertos recomiendan fortalecer y reparar los pulmones con alimentos nutritivos/y o vitaminas de la farmacia como otro refuerzo.
1. La vitamina D: Los niveles de vitamina D en sangre inferiores a lo normal se han relacionado con un mayor riesgo de infecciones, así como con afecciones como fibrosis quística, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedad pulmonar intersticial, según livestrong.com.
2. Vitamina C: Los investigadores han relacionado los bajos niveles de vitamina C con el aumento de la falta de aliento, moco y sibilancias. La vitamina C tiene propiedades que le permiten luchar contra los radicales libres y las toxinas, y también ayuda a su cuerpo a eliminar estas moléculas potencialmente dañinas. Al ayudar a su cuerpo a eliminar toxinas y radicales libres, la vitamina C puede reducir las tasas de daño del tejido pulmonar y darle a su cuerpo la oportunidad de reparar estos tejidos. También es soluble en agua, lo que significa que es poco probable que se acumule a niveles tóxicos en su cuerpo, sostiene el Lung Health Institute.
3. Vitamina E: Los expertos sugieran que las personas que experimentan un brote de síntomas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tienden a tener niveles más bajos de vitamina E que las personas que no la tienen. Las personas que toman suplementos de vitamina E regularmente durante años, ya sean fumadores o no fumadores, pueden reducir su riesgo.
4. Vitamina A: Las personas con la mayor ingesta de vitamina A tenían un riesgo 52% menor de EPOC. La vitamina A es esencial para la preservación de la integridad del epitelio, y ejerce efectos antiinflamatorios en los pulmones. La deficiencia de vitamina A promueve y agrava la inflamación preexistente.