Por: Cortesía

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¿Cuál es la diferencia entre el pollo blanco y amarillo?; Aquí e decimos cual es el mejor para tu salud

La Federación Avícola Catalana (FAC) junto a la revista de la Federación Catalana de Carniceros y Cansaladers-Xarcuters, ha aclarado las dudas sobre si el pollo amarillo es más nutritivo que el pollo blanco, concluyendo que ambos ofrecen propiedades nutritivas similares. A pesar de las diferencias visuales y de percepción en el mercado, aún se carece de evidencias claras que muestren disparidades en el aporte nutricional.

Tanto la carne de pollo amarilla como la blanca derivan de las mismas estirpes avícolas y son sometidas a procesos de cría similares, esto refuerza la idea de que la calidad y el valor nutritivo se mantienen constantes más allá del aspecto externo del producto final. El análisis destacado por estas federaciones busca disipar mitos y proporcionar una base de conocimiento más sólida para que los consumidores hagan elecciones informadas respecto al tipo de carne de pollo que consumen, basándose en preferencias personales más que en supuestos beneficios para la salud.

El valor nutricional es el mismo en el consumo de ambos tipo de pollo

Contrario a lo que comúnmente se cree, el color de la piel del pollo, ya sea amarilla o blanca mantiene el mismo valor nutritivo. Se ha identificado que esta variación cromática se debe a la presencia de carotenoides, presentes de forma natural en ciertos alimentos, y que pueden ser incorporados a la dieta de estos animales principalmente a través del maíz o de pigmentos añadidos, lo que a su vez influye en el color de la piel del pollo.

La pigmentación, que puede oscilar entre blanca y amarilla, se origina por múltiples factores, que incluyen la alimentación de las aves y su genética. Un ingrediente notable en la dieta de los pollos que contribuye a la tonalidad amarillenta de su piel es la flor de cempasúchil, un pigmento natural que se incorpora deliberadamente en su alimentación, de acuerdo con Bachoco.

La preferencia por el color de la piel del pollo se divide geográficamente en México, según las tradiciones culinarias y preferencias regionales. En el norte y sur del país, los consumidores tienden a favorecer a los pollos con piel blanca, mientras que en el centro, la piel amarilla es más deseada. Sin embargo, independientemente del color, los estándares de calidad y crianza de estas aves permanecen constantemente altos, asegurando que todos los pollos lleguen a la mesa de los consumidores bajo las mejores condiciones.