Durante los meses más cálidos del año, las infecciones gastrointestinales se disparan debido a las altas temperaturas, que favorecen el desarrollo de bacterias como Salmonella, E. Coli, Listeria y Staphylococcus aureus.
Estas bacterias pueden provocar desde síntomas leves hasta enfermedades graves, y sus efectos pueden tardar horas o incluso días en aparecer. Por eso, la prevención comienza en casa con hábitos sencillos pero efectivos.
Planifica tus compras para mantener la frescura
Una forma de reducir riesgos es planear tus comidas semanalmente y comprar solo lo necesario para los próximos 7 días, lo que garantiza el consumo de alimentos frescos.
Antes de preparar o ingerir algún producto, verifica su color, olor y apariencia. Si detectas manchas, moho o mal olor, desecha el alimento de inmediato para evitar intoxicaciones.
Evita la contaminación cruzada en tu cocina
Uno de los errores más comunes es usar los mismos utensilios para alimentos crudos y cocidos. Esto puede provocar contaminación cruzada, una causa frecuente de infecciones.
Para evitarlo:
- Lava tus manos con agua y jabón antes de manipular alimentos.
- Usa tablas y cuchillos distintos para carnes crudas y alimentos cocinados.
- Limpia superficies con regularidad.
Frutas y verduras: lavado y almacenamiento adecuados
Al volver del mercado:
- Lava las frutas y verduras con agua limpia.
- Sécalas al aire y luego con un paño limpio.
- Guarda los productos en bolsas perforadas dentro del cajón de vegetales del refrigerador para mantener su frescura y evitar el moho.
Carne, pescado y alimentos cocinados: cómo conservarlos
- La carne debe refrigerarse por no más de 3 a 5 días. Si planeas usarla después, congélala desde el inicio.
- Pescados y mariscos deben mantenerse congelados, salvo que se consuman al día siguiente.
- Los alimentos cocinados deben enfriarse antes de refrigerarse y guardarse en recipientes herméticos. Puedes congelarlos hasta por 1-2 meses sin perder calidad.
Pequeñas acciones que hacen una gran diferencia
Cuidar lo que comes no es complicado, solo requiere atención a los detalles. Lava tus manos, refrigera adecuadamente y no mezcles alimentos crudos con cocidos.
Con estas acciones sencillas, podrás disfrutar del verano sin preocupaciones y proteger la salud de tu familia.
La prevención de infecciones gastrointestinales comienza en casa. ¡Haz de la higiene alimentaria tu mejor aliada!