Esta semana se registró la muerte de un niño en un Hospital Pediátrico de Sinaloa debido a una presunta intoxicación por fentanilo, la “droga zombie” o la “chiva sintética” como también se le conoce y que es capaz de matar a una persona con una dosis de apenas dos miligramos, equivalentes a 10 granos de sal.
Aunque se trata de un opioide con características similares a la morfina, es entre 50 y 100 veces más potente, lo que lo convierte en una droga sintética letal capaz de provocar en pocos minutos una disminución cerebral o un paro cardiorespiratorio.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) su consumo en México creció de manera considerable entre 2020 y 2022, pues se documentó un incremento del 362.5 por ciento.
A pesar de este incremento el número de casos atendidos por los Centros de Integración Juvenil (CIJ) desde 2013 a 2022 apenas alcanzan la cifra de 638; sin embargo, más de la mitad de los pacientes (333) solicitaron ayuda para enfrentar su adicción al fentanilo en el año pasado.
Debido a este número “bajo” de atenciones -que no necesariamente reflejan la cifra real de consumidores en el país- es que las autoridades aún no lo consideran como un problema de salud pública en términos de sobredosis, aunque desde 2020 se tienen registro de al menos 50 muertes relacionadas por el consumo de fentanilo.
Y es que la llamada “droga zombie”, entre 10 y 40 veces más potente que la heroína, suele provocar de manera inmediata en sus consumidores: náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas respiratorios y pérdida de conocimiento.
Además, los Centros de Integración Juvenil (CIJ) identificaron algunas señales de alerta que suelen presentarse en los consumidores de Fentanilo o adictos a otros opiáceos:
- Cambios excesivos de humor y agresividad
- Cambios en hábitos de sueño
- Consumir opioides incluso cuando no hay dolor
- Tendencia a manifestar conductas arriesgadas
- Dolores en músculos y huesos
- Problemas para dormir
- Diarreas y vómitos
- Escalofríos
- Movimientos incontrolables de las piernas
- Deseos intensos de consumir droga
En casos más severos por sobredosis puede llegar a presentarse hipoxia (falta de suministro de oxígeno a un tejido), llevando al consumidor a un posible estado de coma, daños permanentes en el cerebro o la muerte.
Consumo de fentanilo se dispara en dos estados
De los 333 pacientes que solicitaron atención a los CIJ, 274 ocurrieron en los estados de Baja California (145) y Sonora (129), dos de las entidades fronterizas por donde se trafica la mayor cantidad de fentanilo desde México a Estados Unidos.
Para facilitar y “promover” su consumo en Estados Unidos, los cárteles mexicanos comenzaron a mezclarla con otras drogas como la heroína, cocaína y metanfetaminas; además de fabricarlo en pastillas de colores similares a las utilizadas para aliviar problemas de salud comunes, como la tos.
En su versión ilegal también se vende de forma inyectable y como parches para la piel, alertaron los CIJ.
En octubre pasado la doctora María Luisa Muñoz Almaguer, académica del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara, afirmó que los casos de intoxicaciones en el país todavía son muy pocos, pero recalcó que en el ámbito internacional el panorama es diferente.
Por ejemplo, en algunos barrios de Estados Unidos una dosis de 400 microgramos de fentanilo tiene un costo promedio de dos dólares, es decir, una persona podría adquirir una dosis letal por sólo 10 dólares.
Es debido a su potencia y a las extremas ganancias que les genera que los cárteles mexicanos apostaron por el fentanilo que el opioide saltó de los quirófanos y hospitales -recetado para aliviar el dolor crónico o como anestésico en cirugías- a ser una de las drogas más letales y que presumiblemente esta semana le arrebató la vida a un pequeño de Sinaloa.
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