La Flor de Nochebuena, conocida científicamente como Euphorbia pulcherrima, es uno de los símbolos navideños más importantes en México y en el mundo.
También llamada Estrella de Navidad, Flor de Pascua o Cuetlaxochitl, esta especie es endémica de México, lo que la convierte en un auténtico orgullo nacional. En estado silvestre puede encontrarse en barrancas y cañadas de estados como Morelos, Jalisco, Guerrero, Michoacán y Estado de México, donde destaca a la distancia por sus brácteas rojas y blancas.
Aunque muchos creen que sus grandes hojas de color son pétalos, en realidad se trata de hojas modificadas llamadas brácteas, que rodean a las verdaderas flores: pequeñas estructuras amarillas conocidas como ciatio. Su belleza natural y su fuerte vínculo con las fiestas decembrinas la han convertido en una de las plantas ornamentales más populares de la temporada.
De la cultura prehispánica a los hogares del mundo
Mucho antes de la Navidad, la nochebuena ya era valorada por los pueblos prehispánicos. Los nahuas la llamaban cuetlaxochitl, que significa “flor de cuero”, y la usaban como ornamento ceremonial. Durante la época colonial, los frailes franciscanos comenzaron a cultivarla en Taxco, Guerrero, integrándola a celebraciones religiosas como la Pascua.
Su historia dio un giro internacional en 1925, cuando Joel Roberts Poinsett, embajador y botánico estadounidense, llevó la planta a Estados Unidos. Ahí, Paul Ecke impulsó su hibridación y producción comercial, haciendo que otros países aprovecharan su potencial. A pesar de ello, México sigue siendo el centro de origen y cada 8 de diciembre se celebra el Día Nacional de la Flor de Nochebuena.
Variedades, producción y el trabajo detrás de su color
Actualmente existen más de 30 variedades comerciales de nochebuena, disponibles en tonos rojos, blancos, rosados, amarillos, marmoleados y rayados, siendo el rojo el favorito. También hay diferentes tamaños, desde plantas miniatura para interiores hasta arbustos de más de metro y medio.
Según datos del SIAP, en 2021 se produjeron más de 17 millones de plantas, con un valor superior a 668 millones de pesos, destacando estados como Morelos, CDMX, Puebla, Jalisco y Oaxaca. Detrás de cada planta hay hasta 10 meses de planeación, control de temperatura, riego, poda y un proceso clave: el fotoperiodo, donde la planta pasa hasta 13 horas en oscuridad para estimular la coloración intensa de sus brácteas.
La nochebuena no solo adorna hogares, también representa tradición, ciencia, trabajo agrícola y herencia cultural mexicana, convirtiéndose en una auténtica protagonista de la Navidad.
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