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La devoción a San Charbel en México: Milagros, listones y aceite bendito

México se destaca por la devoción a numerosos santos, y uno de los más venerados es San Charbel, nacido en el Líbano en 1828 como Youssef Antoun Makhlouf. Desde joven, San Charbel dedicó su vida a la oración y el retiro espiritual. A los 23 años, ingresó al Monasterio de San Marón en Annaya, donde adoptó el nombre de Charbel y abrazó la fe maronita.

San Charbel es conocido por sus milagros, tanto en vida como después de su muerte en 1898, lo que ha impulsado su reconocimiento a nivel mundial. En México, su devoción ha crecido notablemente, atrayendo a miles de fieles a santuarios en todo el país.

Los Listones de San Charbel: Una Tradición Mexicana

Hace más de veinte años, una mujer desesperada por un milagro visitó la Catedral Maronita de Nuestra Señora de Balvanera en la Ciudad de México. Sin conocer a San Charbel, decidió pedirle un favor, atando un listón a su imagen en señal de su ruego. Días después, su problema se resolvió, iniciando así una tradición en la que los fieles atan listones con sus peticiones y agradecimientos.

Esta costumbre se ha extendido por toda la Ciudad de México y más allá. Hoy en día, los creyentes asocian colores específicos a sus peticiones:

  • Rojo: para temas de amor.
  • Amarillo: para asuntos de dinero.
  • Verde: para la salud.

Aunque los listones no son un signo sagrado oficial de la Iglesia, representan la fe de los creyentes. En el Líbano, en lugar de listones, los fieles suelen dejar pañuelos con sus peticiones.

El Aceite Milagroso de San Charbel

A diferencia de los listones, el aceite bendito de San Charbel sí es reconocido por la Iglesia. Este aceite, producido por los monjes del Monasterio de San Marón, ha sido utilizado por los fieles para sanar problemas físicos y espirituales.

El aceite de San Charbel se mezcla con el líquido que segregaba su cuerpo incorrupto tras ser exhumado en varias ocasiones. Esta sustancia milagrosa se ha distribuido por todo el mundo, ayudando a muchas personas en momentos de enfermedad y necesidad.