En los últimos meses se dispararon las llamadas silenciosas, y aunque parecen un simple error, en realidad son el primer paso de una posible estafa.
El objetivo es saber qué números siguen activos y qué personas tienen la costumbre de contestar números desconocidos. Con eso, te convierten en blanco fácil de fraudes, especialmente de phishing, donde intentan robar datos bancarios, contraseñas o información personal haciéndose pasar por instituciones reales.
Cómo funciona esta modalidad y por qué es tan peligrosa
Las llamadas silenciosas —o robollamadas— salen de sistemas automáticos que marcan miles de números al azar. Si contestas, te registran como “activo” y te meten en listas que los estafadores aprovechan para futuras llamadas fraudulentas o incluso para vender tus datos a terceros que envían spam o realizan otros engaños.
Lo que las hace tan efectivas es la curiosidad: mucha gente devuelve llamadas de números raros o con prefijos extranjeros, y ahí vienen los cobros sorpresa porque algunas líneas tienen tarifas especiales que se activan solo con contestar.
Cómo protegerte antes de que seas su próximo objetivo
Las recomendaciones son súper simples, pero marcan la diferencia: no contestes números desconocidos, no devuelvas llamadas donde nadie habló, bloquea esos números y repórtalos. Y lo más importante: no compartas datos personales o financieros por teléfono si tú no solicitaste la llamada.
La educación digital es clave para evitar caer en estas trampas cada vez más comunes. Conocer cómo operan estos fraudes te ayuda a reaccionar con calma y cuidar tu seguridad económica y personal.













