El famoso dilema de por qué en Estados Unidos se dice “soccer” volvió a la conversación pública luego de que Donald Trump, en pleno sorteo del Mundial en Washington, soltara la idea de que el país debería adoptar el término “football”… y que la NFL tendría que cambiar de nombre.
Sí, así de casual soltó la bomba.
Pero este debate no nació ahí. El origen de los nombres del deporte más popular del planeta es casi un laberinto histórico: un mix de etimología, viejas tradiciones inglesas y costumbres estadounidenses que se han asentado por más de un siglo.
La explicación básica dice que es “fútbol” porque se juega con los pies. Sin embargo, otra teoría se remonta a la Edad Media y asegura que se llamaba así porque era un juego jugado a pie y no a caballo.
Todo empezó a ordenarse en el siglo XIX, cuando Inglaterra codificó dos ramas deportivas: el rugby y el futbol asociación. En Oxford nacieron los famosos apodos: “rugger” para el rugby y “soccer” para el association football. Y aunque hoy en Reino Unido ya nadie usa “soccer”, ese término viajó y se quedó muy cómodo al otro lado del Atlántico.
Cómo el “football” estadounidense le ganó el nombre
Mientras el fútbol asociación se expandía por Europa y Latinoamérica, en Estados Unidos surgió un deporte propio que también se jugaba a pie y con un balón: el fútbol americano. Poco a poco se volvió tradición universitaria, luego espectáculo nacional, hasta que la NFL se convirtió en un gigante cultural.
Para cuando el soccer empezó a ganar terreno, el nombre football ya estaba ocupado, como explican varios organizadores del Mundial 2026. Los niños crecían con dos balones distintos: uno “de fútbol”, que era el americano, y otro “de soccer”, el que casi nadie veía por televisión.
La globalización empezó a mover fichas: las transmisiones de la Premier League, los gritos de gol importados, los nuevos fanáticos del fútbol europeo… Muchos jóvenes comenzaron a decir “fútbol” al soccer, e incluso algunos lo llamaban “el fútbol de verdad”.
Aun así, en la corriente principal del país, football sigue significando cascos, domingos sagrados y la NFL paralizando ciudades enteras. Los números lo confirman: seis partidos de temporada regular superaron en audiencia a la final del Mundial 2022. Y el Super Bowl ni se diga: 127.7 millones de espectadores, una locura imbatible.
Entre historia, cultura y un término que llegó para quedarse
La dualidad entre soccer y football existe, sí, pero está lejos de cambiar de manera radical. Entrenadores, jugadores y fans que han viajado o han consumido fútbol internacional se mueven con naturalidad entre ambos términos, pero la mayoría del público mantiene la jerarquía de toda la vida.
Al final, la chispa que Trump lanzó solo reactivó una discusión que lleva siglos escribiéndose. El nombre “soccer” sobrevivió en Estados Unidos porque llegó en el momento exacto, se instaló en la cultura deportiva del país y terminó conviviendo con un “football” que ya tenía dueño y un arraigo imposible de desbancar.
En pocas palabras: no es que Estados Unidos no quiera decir “fútbol”, es que la historia —y la NFL— ya habían ocupado ese espacio mucho antes.
Más noticias
- La verdad incómoda: nadie puede obligarte al intercambio del trabajo
- Profeco rompe el mito: este es el lugar correcto para tirar el papel higiénico
- Diciembre prende alertas: suben emergencias cardíacas y el peso en México
- El dolor de cuello que arruina tu día: por qué aparece y cómo frenarlo ya
- La presión alta que no avisa: por qué es tan peligrosa y cómo frenarla hoy
- La verdad detrás de la depresión navideña que nadie quiere hablar













