La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales vuelve al centro del debate nacional. Aunque la propuesta cuenta con amplio respaldo ciudadano, el consenso político aún no se concreta. Algunos sectores defienden la medida como un avance en derechos laborales, mientras otros advierten que podría afectar la competitividad y elevar los costos empresariales.
México se mantiene como uno de los países con más horas trabajadas por año dentro de la OCDE, con una alta informalidad y salarios rezagados. Para los economistas, recortar la jornada podría mejorar la calidad de vida y del empleo, pero la falta de acuerdos mantiene la reforma detenida.
Jornadas largas: el costo social de trabajar más
La experiencia internacional muestra que las largas jornadas laborales no garantizan mejores resultados económicos. En cambio, generan precariedad, estrés y menor productividad.
Grecia: el modelo de la sobrecarga laboral
En Grecia, la ley permite trabajar hasta 13 horas diarias y 48 semanales, con un 40% extra por hora adicional. El gobierno la presentó como una medida de “modernización”, pero los sindicatos la califican como una regresión laboral.
El país mantiene 8.1% de desempleo general y 22.4% de precariedad juvenil, según la OIT, lo que demuestra que más horas no equivalen a más bienestar.
India: el extremo de las 12 horas diarias
En India, las jornadas de hasta 12 horas se extendieron tras la pandemia, aumentando la informalidad al 90% entre los jóvenes. Además:
- 86.3% trabaja más de 48 horas semanales.
- 88.4% tiene empleo precario.
- 15.6% enfrenta desempleo.
El exceso laboral incluso ha tenido consecuencias fatales, como el caso de una joven contadora de 26 años que murió tras meses de jornadas extenuantes en una firma internacional.
Países Bajos: éxito con menos horas y más bienestar
En contraste, Países Bajos demuestra que trabajar menos puede ser más productivo. Con un promedio de 31.2 horas semanales, el país mantiene:
- 2.6% de informalidad.
- 3.2% de desempleo juvenil.
- Salarios promedio de 2,246 euros mensuales.
Su modelo prioriza la flexibilidad y el equilibrio entre vida y trabajo, generando altos niveles de bienestar social y eficiencia económica.
Impacto global de las largas jornadas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las jornadas prolongadas representan un riesgo creciente para la salud. En 2016, provocaron 745,000 muertes por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, un aumento del 29% desde el año 2000.
Los más afectados son trabajadores de 45 a 74 años que laboran más de 55 horas semanales, lo que refuerza la necesidad de políticas que protejan el bienestar físico y mental.
El reto para México: equilibrio entre bienestar y economía
Mientras el Congreso define el futuro de la reforma laboral de las 40 horas, los casos internacionales dejan un mensaje claro:
- Los países con jornadas más largas enfrentan mayor precariedad y menor calidad de vida.
- Aquellos que reducen horas logran mejor productividad, salarios y salud laboral.
El desafío para México será conciliar derechos laborales y estabilidad económica en un mundo donde la transformación del trabajo avanza más rápido que las leyes.
Más noticias
- Científicos alertan: el hongo ostra dorado invade silenciosamente los bosques de EE. UU.
- Papaya: beneficios, riesgos y quiénes deben evitar consumirla
- Amazon revoluciona México: entregas en 15 minutos y comida gratis con Prime
- Trabajar en tu día de descanso: cuánto deben pagarte según la ley mexicana
- México ante el gran debate: ¿menos horas de trabajo o menor competitividad?
- Wi-Fi 6: descubre cómo mejorar velocidad, cobertura y eficiencia en tu red
- Evita el “terror financiero”: Condusef alerta por riesgos en El Buen Fin 2025












